Con un coste de 100 millones de dólares, un reparto lleno de estrellas y basada en una novela que se consideraba imposible de filmar, las autoras de ‘Matrix’ consiguieron crear una de las películas indies más extraordinarias de todos los tiempos
Aquellos que en 2012 fueron a las salas de cine a disfrutar de El atlas de las nubes, la entonces nueva película de las hermanas Wachowski, sin tener una ligera aproximación del material original que las cineastas habían tomado entre sus manos, no tardaron demasiado en darse cuenta que estaban ante algo tan complejo como abrumador, pero absolutamente extraordinario.
De hecho, la novela de David Mitchell publicada en 2004 y ganadora de varios importantes premios de literatura como el Nébula, otorgado por el la Asociación de autores de Ciencia Ficción, se había considerado como una de esas obras «imposibles de filmar», debido a su enorme complejidad y la dificultad absoluta que supondría traducir su lenguaje al lenguaje cinematográfico. Y no es que a Lana y Lilly Wachowski no les costase, puesto que dejaron y retomaron el proyecto en varias ocasiones, pero, finalmente, lo consiguieron.
Con la frase «Todo está conectado» como lema, en este genuino drama histórico de aventuras y ciencia ficción saltamos de un lado a otro entre épocas y mundos al tiempo vemos a innumerables estrellas de Hollywood en papeles diferentes, a veces maravillosamente absurdos. Un enfoque poco convencional de la mano de Tom Hanks, Halle Berry, Jim Broadbent, Hugo Weaving, Jim Sturgess y Ben Whishaw, entre otros, con una duración de solo un poco menos de tres horas, es todo menos una película ligera, pero también una experiencia cinematográfica completamente única y fascinante que nunca olvidarás.
En el momento de escribir esta noticia la película está disponible bajo suscripción en el catálogo de la plataforma de ‘streaming’ Apple TV+ y también mediante varias opciones de alquiler como Apple TV+, Rakuten, Google Play, Amazon o Chili.
Qué esperar de ‘El atlas de las nubes’
Ambientada en diferentes épocas, El atlas de las nubes habla, entre otras cosas y al mismo tiempo, de un revelador viaje por mar en un barco de esclavos, de un renombrado experto nuclear en los años 70 y de la existencia de clones en Nueva-Seúl en el siglo XXII. Pero ¿cómo se supone que puede haber algún tipo de conexión entre las historias?
Es la película la que ofrece las respuestas, pero que al final puedas disfrutar de El atlas de las nubes no depende necesariamente de si realmente acabas reconociendo cada «conexión» literal o no. La película es como un viaje de descubrimiento del que al final sólo se gana lo que se invierte. El atlas de las nubes es una de esas películas que mejora cuantas más veces la veas, de hecho, porque cada vez encuentras nuevos detalles que te acercan un paso más a resolver el misterio, Pero eso no significa que no puedas pasarlo bien la primera vez, sino todo lo contrario.
En definitiva, un mundo extraño y fascinante (o varios), repleto de diálogos interesantes, actores maravillosos e imágenes tan espectaculares como variadas que le debe su existencia a Lana y Lilly Wachowski, un dúo que ya ha demostrado varias veces que tiene una sensibilidad increíble por los diseños frescos y los efectos especiales increíblemente detallados y bien pensados.