La nueva película del cineasta cuenta con guion de David Koepp y se estrenará en salas el 31 de enero de 2025
Se estrenará en las salas de cine comerciales españolas el 31 de enero de 2025, pero la nueva película de Steven Soderbergh, Presence, acaba de arrancar la 57ª edición del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, más conocido como el Festival de Cine de Sitges, en el que se proyectarán más de 350 títulos del género de fantástico y de terror hasta su desenlace el próximo 17 de octubre.
Tras la olvidable El último baile de Magic Mike en 2023 y las dos miniseries Command Z y Círculo cerrado, el ganador del Oscar a Mejor director por Traffic apuesta ahora por una película de terror y suspense escrita por David Koepp, el guionista de Parque Jurásico y La guerra de los mundos, y protagonizada por Lucy Liu y Chris Sullivan en los papeles principales. La historia: una familia que se muda a una nueva casa al tiempo que se enfrenta a algunas importantes crisis en su núcleo. Por un lado, el matrimonio se plantea el divorcio. Por otro, su hija adolescente lidia con la impactante muerte por sobredosis de una amiga. Mientras, un fantasma los observa a todos.
«Presence es una historia de fantasmas», sentencia Alejandro G. Calvo en su crítica para SensaCine tras haber disfrutado de la presentación de la película en Sitges para rápidamente explicar lo que la diferencia de otras. «Es una historia de fantasmas que está contada desde el punto de vista subjetivo de esa presencia, lo que hace que la película sea todo como frases y puntos y a parte. Todas las secuencias, que en general son planos secuencia, arrancan y empiezan como si fueran una frase; como si fuera una frase cinematográfica, podríamos decir, y cuando llega al final hace un fundido a negro y lo aguanta bastante tiempo».
«La película está marcada por unas elipsis muy interesantes, porque representa que estamos asistiendo al punto de vista del espectro y eso hace que en la película haya muy pocos primeros planos, pocos planos detalle y casi todo sea la cámara moviéndose constantemente, haciendo incluso que la imagen se curve», explica el crítico sobre cómo Soderbergh, que suele ser su propio operador de cámara y el director de fotografía de la mayoría de sus películas, ha rodado la historia.
«Arranca con mucha cotidianidad pero se va adentrando cada vez más en lo fantástico y el terror, con una secuencia climática que es espeluznante y me ha encantado«, sentencia G. Calvo. «El juego que hace Soderbergh es interesante y además la historia es potente. Nos habla de la fragilidad de los lazos familiares».
Una buena apertura para un Sitges que solo acaba de comenzar.