Se trata de un thriller tenso que ha sido calificado por la crítica como una «película totalmente original que ocupa su propio espacio»
Hace ya casi 30 años, David Cronenberg, como era habitual en su cine, ponía patas arriba las salas con Crash, una película increíblemente controvertida y provocadora, en la que un grupo de personajes compartían un mismo fetiche: los accidentes de coches. Efectivamente, se excitaban con las colisiones y los choques, las cicatrices, los miembros amputados… en definitiva, algo muy del gusto del canadiense.
Ahora se estrena una película que, si bien no está para nada relacionada con Crash, sí que podemos establecer ciertos puntos en común, concretamente, la obsesión por los accidentes automovilísticos. A partir de una historia de Russell Wangersky, el realizador canadiense (como Cronenberg) Jason Buxton ha querido realizar en La casa al final de la curva una reflexión sobre la masculinidad contemporánea y sus sombras.
En La casa al final de la curva nos encontramos con un matrimonio, el formado por Josh -interpretado por un genial, según la crítica, Ben Foster– y Rachel –Cobie Smulders, la inolvidable protagonista de Como conocí a vuestra madre-, que viven en una casa que se encuentra junto a una curva cerrada. Una noche, presencian un accidente de tráfico.
Este suceso provoca una gran conmoción en Josh y, a partir de ese momento, comenzará a desarrollar una enfermiza obsesión por salvar las vidas de víctimas de accidentes automovilísticos, un peligroso comportamiento que le llevará a sobrepasar todos los límites legales y morales, poniendo en riesgo la vida de su propia familia y, por supuesto, la suya propia.

DeaPlaneta
¿Es La casa al final de la curva uno de los mejores thrillers del año? A tenor de lo vertido por la crítica, pudiera ser. Nate Richard en Collider ha asegurado que estamos ante una película tan «estrambótica como convincente, que se aprovecha de una de las interpretaciones más memorables del año, la de Ben Foster»; Chase Hutchinson asegura que la cinta es «una adaptación que demuestra que menos puede ser más»; Patrice Witherspoon en Screen Rant la define como «una inquietante montaña rusa de suspense y entretenimiento a partes iguales»; por último, nos quedamos con las palabras de Andrew Parker para The Gate: «Una excepción hoy en día: una película totalmente original que ocupa su propio espacio en términos de tono y contenido» y le otorga nada menos que un 9 sobre 10.
Seguramente, La casa al final de la curva sea la película de 2025 con el argumento más loco y original, no ya solo de este año, sino de los últimos tiempos. Una cinta que nos recuerda que el cine también puede —y debe— transitar por terrenos que pueden ser todavía considerados como tabú.
Se estrena en cines el 6 de junio.