El director Damien Chazelle superó la difícil tarea de grabar en pleno atardecer y terminó rodando una de las secuencias más bellas del séptimo arte.
En el cine existe una cosa llamada ‘la hora dorada’ u ‘hora mágica’ que tiene lugar al amanecer y al atardecer. Durante unos minutos, la luz solar es ideal para capturar imágenes y, aunque los resultados son preciosos, muy pocos quieren arriesgarse a grabar durante un periodo tan corto de tiempo. Se necesita mucha organización para que salga bien y, por suerte, Damien Chazelle decidió jugársela y recurrir a ella para grabar una de las escenas más icónicas de La La Land y del cine en general.
Seguro que sabes de cuál hablamos. Emma Stone y Ryan Gosling comparten un baile romántico mientras caminan hacia sus coches después de una fiesta. Los dos disfrutan de unas vistas magníficas de Los Ángeles desde Griffith Park, justo donde se rodó la mágica secuencia. El director de fotografía Linus Sandgreen fue el encargado de que todo saliera a la perfección.
«Encontramos un lugar muy remoto: una carretera pavimentada sin alumbrado público», cuenta en una entrevista con The Hollywood Reporter, «Queríamos filmarlo en una sola toma para darle al público la sensación de que estaba sucediendo de verdad. Para ello tuvimos que rodar sobre una grúa. Había 27 marcas diferentes en la grúa a las que había que llegar y los actores también tenían que llegar a sus marcas«.
Después de muchos ensayos y muchísima planificación, Chazelle logró filmar dos tomas de una sola vez: una a las 19.20hrs. y otra a las 19.30hrs. Para asegurarse de que grababan la escena perfecta, al día siguiente regresaron al mismo sitio. A las 19.30hrs. filmaron el baile que se ve en la película.
Antes de llegar a eso, los protagonistas llevaron a cabo un intenso entrenamiento de baile tres meses antes de empezar a rodar. Primero aprendieron en un estudio, después sobre el terreno auténtico y luego se coordinaron con la cámara, al que el director llama ‘el tercer bailarín’. «Mi director de fotografía [Linus Sandgren] y yo queríamos que el cielo se viera de esta manera, con este brillo de otro mundo en Technicolor, tuvimos que filmarlo en la hora mágica, que es básicamente una ventana de media hora. Sólo tuvimos tiempo de hacer cinco tomas y tuvimos que correr«, cuenta a NYTimes.
El trabajo de Sandgren se vio recompensado. No solo recibió el Oscar a Mejor dirección de fotografía, también fue uno de los nombres más repetidos en la carrera de premios que tuvo lugar entre 2016 y 2017. No se ha separado de Chazelle desde entonces y han vuelto a trabajar juntos en First Man (2018) y Babylon (2022).