No hay realmente reglas escritas a la hora de hacer cine, ni tampoco en Hollywood, pero eso no quiere decir que no existan. Todo el mundo llega a insistir que hay una manera de proceder, y tu vida va a ser más sencilla si no intentas romper algunas convenciones. Algunas de esas reglas no escritas están por algo.
Es algo que comprobó a la fuerza Steven Spielberg a la hora de hacer Tiburón, pero insistió en un primer momento en saltarse la regla no escrita de no rodar nunca en alta mar aunque tu película tenga escenas acuáticas. Pero incluso con todas las dificultades logró hacer una sensacional película que arrasó con todo y que hoy puedes ver en Netflix por tiempo limitado. El 15 de noviembre es su último día en el catálogo.
El pánico se desata en Amity Island cuando se suceden una serie de ataques a bañistas y navegantes que nadie logra entender. Todos los brutales acontecimientos se producen debido al temido tiburón blanco, un animal de más de tres toneladas de peso que está sembrando el caos en la zona donde se desarrolla la historia.
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Una vez que se desata el pánico, el Sheriff Brody, acompañado en todo momento por el biólogo marino Hooper y el cazador de tiburones Quint, decidirán unir sus fuerzas en una lucha desesperada para asegurar la supervivencia de los ciudadanos y de esta forma poder acabar con la terrible amenaza acuática.
Spielberg estaba generando muy buena reputación en Hollywood a pesar de su juventud. Desde su participación en Colombo dirigiendo el primer episodio hasta su manera de inspirarse en una historia real para Loca evasión, muchos estudios querían hacerse con el chico maravilla. En una reunión con Universal se topó con la novela aún sin publicar que daría forma a Tiburón.
‘Tiburón’: un monstruo especial
Spielberg estuvo fuertemente atraído por la historia, que veía conectada con su película televisiva El diablo sobre ruedas. Hombres corrientes azotados por un monstruo gigantesco, casi una fuerza sobrenatural, que trastoca por completo sus vidas. Tiburón lo lleva más lejos con tres protagonistas que al final forman una camaradería especial que es clave para derrotar al monstruo.
El director se metió en la boca del lobo al querer rodar en el agua, donde las complicaciones para mantener la cámara estable y el mecanismo del tiburón falso fallando continuamente complicaban la producción. Pero eso le llevó a improvisar algunas de las mejores soluciones para hacer más impactante cada secuencia, cada ataque de monstruo, haciendo así una de las mejores películas de terror de la historia.
Puedes ver Tiburón en Netflix hasta el 15 de noviembre.
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