Sea como sea, os puedo recitar los números de memoria, porque ‘Lost’ sigue siendo un sentimiento.
Creo que nunca viviré un nivel de fanatismo igual al que sentí mientras Perdidos aún se estaba emitiendo. Mi casa llegó a ser un altar a la serie, con la Enciclopedia Perdidos (que prometía dar solución a los misterios, pero no daba solución a nada nuevo), los ahora infames muñecos de acción, los DVD gastados de ver una y otra vez, el videojuego y, por supuesto, todo tipo de iteraciones de los números malditos: 4, 8, 15, 16, 23, 42. Eso sí, llegué hasta el final de la serie con una pregunta: después de todo, ¿qué demonios significaban?
¡Los números son chungos!
La primera solución al enigma es obvia, ¿no? Son los números con los que Hugo ganó la lotería y que, a la postre, acabaron metiéndole en la isla maldita. Pero también eran aquello que activaba el mecanismo de supervivencia de la isla, como supimos al inicio de la temporada 2, y que evitaba que todo explotara (al menos en teoría). Pero, a medida que la serie fue evolucionando, los seis números acabaron por adquirir un significado casi místico.
Después, descubríamos que Jacob, que llevaba viviendo en la isla más de 2000 años, acabó enfadado con su hermano, el Hombre de Negro, por sus distintas visiones sobre la humanidad. Para probar quién tenía razón, Jacob llevó gente a la isla, que acabaron haciéndose vitales después de descubrir que su hermano quería matarle y alguien tendría que proteger el Corazón. ¿Y quiénes fueron los elegidos para sucederle? Pues los candidatos con los números 4, 8, 15, 16, 23 y 42. Y, si sois fans, ya sabéis a quién corresponden esos números.

ABC
Entonces, al final, ¿qué eran los números? ¿Una casualidad cósmica del destino? ¿Una gran broma sideral? ¿Algo más profundo? Probablemente todo y nada a la vez. Tristemente, y como podemos saber ahora, Perdidos no estaba tan bien enlazada entre sí como nos hubiera gustado, y este tipo de propuestas, que hoy en día se habrían solucionado desde la primera reunión, se improvisaban. Eso no impidió sacar mil piezas con «claves» para entender la serie, claro. De alguna manera nos tenían que entretener a los losties, ¿no?