Originalmente, James Cameron no tenía intención de hacer Titanic. Le apasionaba el barco, la historia y las vidas perdidas esa noche, pero, ¿por qué convertirlo en película? De pronto, tuvo una inspiración: si quería bajar hasta los restos de una manera u otra, no le quedaba más remedio que tener como excusa el rodaje de su película. Y vaya rodaje: el más caro de la historia en aquel momento… Que los directivos de Fox aprobaron en un inicio con la única intención de que Cameron siguiera haciendo películas para ellos. Creían, de hecho, que podía ser un naufragio en taquilla en toda regla, pero, como sabemos ahora, sorprendió a todo el mundo.
Y se hundía, se hundía
Aunque el inicio del rodaje en sí empezó en julio de 1996 (se prolongaría durante ocho meses más), las primeras imágenes se grabaron el 1 de septiembre de 1995, cuando Cameron cumplió su sueño y rodó imágenes reales del barco destrozado en el fondo del mar. Sin embargo, y debido a la importancia que la película tenía no solo para los estudios y para él mismo, sino también para la industria del cine, trató de ocultar el rodaje como fuera.
Y lo consiguió gracias a una de las tácticas más conocidas de la industria: poner títulos falsos a la puerta de los rodajes. En este caso, Titanic era conocida como Planet Ice, tratando de que otros estudios no le copiaran la idea, no aparecieran fotos robadas y pudiera rodar en paz. ¿Significa esto, como podéis leer en algunos sitios, que la película se iba a llamar Planet Ice? Por supuesto que no.
Los títulos falsos en los rodajes sirven para ahuyentar a los fans. Por ejemplo, Transformers se llamó Prime Directive, Batman vuelve se rodó bajo el título Dictel, Matrix Reloaded fue The Burly Man y Los Vengadores… Group Hug. Eh, ¿quién dijo que la imaginación en Hollywood estaba muerta? No lo está, solo que a la gente creativa la ponen a idear títulos falsos.