Soy incapaz de saber cuántas veces he visto Titanic a lo largo de mi vida. De pequeña, muchas. Jugaba a que nos hundíamos y teníamos que buscar una tabla para salvar la vida al más puro estilo Leonardo DiCaprio y Kate Winslet. De mayor, creo que nunca he llegado a verla de principio a fin. Por eso, revisitándola más de 20 años después me he dado cuenta de que nunca había apreciado el final tanto como se merece.
Seguro que recuerdas la última escena. Una Rose ya mayor termina de contar su relato en el Insumergible y descansa en su camarote. Bajo la luz de la luna, camina sola hacia la cubierta del barco y saca del bolsillo la joya que buscan con tanto ahínco: el Corazón del Mar. Rose saca el diamante, de un valor inestimable, y lo tira al océano tras un breve suspiro.
Luego la volvemos a ver en su cama, con una sonrisa en los labios y cerca de su colección de fotografías, dando muestra de que ha tenido una vida larga y plena. Rose fallece feliz.
¿Qué significa el final?
La escena de su muerte es la respuesta a la pregunta: ¿qué habría pasado si no se hubiera bajado del bote? ¿Y si se hubiera quedado junto a su madre y no hubiera regresado junto a Jack? Si hubiera sido así, quizás tendría que haberse casado con Cal y haber retomado la vida que su familia quería para ella. Sin embargo, no fue así. Como demuestran las fotografías, ha vivido muchas experiencias y ha tenido una vida plena gracias a su valiente decisión de volver junto a Jack.
Arrojar el collar por la borda es un modo de despedirse de esa otra vida, más triste y agobiante para ella, que casi llega a tener. Por suerte, Jack se cruzó en su camino y la salvó dos veces. Primero, cuando evita que salte al agua y se suicide, al comienzo de la cinta. Segundo, cuando la hace saltar -esta vez para bien- y se reencuentran en mitad del naufragio.
Rose estaba destinada a vivir una historia más feliz que la que le ofrecía la primera clase y Jack ya le advirtió de ello. «No te despidas. Aún no. ¿Me entiendes? Escucha, Rose. Vas a salir de aquí. Vas a tener muchos bebés y los vas a ver crecer. Vas a morir de mayor, calentita en la cama. No aquí. No esta noche. No así», le dijo mientras se congelaba en el agua del Atlántico. Rose hizo lo que Jack le pidió.
El final alternativo
James Cameron terminó la película con un final a la altura: dramático, épico y a favor de Rose. Pero podía haber sido diferente. El cineasta había planeado y rodado otro desenlace para probar a ver cuál quedaba mejor. En el alternativo, Rose también dejaba caer el collar, pero se encontraba con Brock y su nieta junto a la barandilla. Ellos intentaban detenerla y quedarse con el collar. El propio Bill Paxton, fallecido actor que daba vida a Brock, declaró que era «innecesario» y una de las mejores decisiones que tomó Cameron fue mantener la dulce muerte de Rose.