Sin embargo, las de ‘Cariño, he agrandado al niño’… Bueno, esas tampoco
¿Sabías que una de las películas familiares más famosas de todos los tiempos no habría existido sin Re-animator? Así es: Brian Yuzna y Stuart Gordon, artífices del éxito gore, llevaron la idea a Disney, que les fichó inmediatamente: Gordon dirigiría y Yuzna roduciría. El problema es que Gordon tuvo que salir del proyecto porque se puso enfermo y dejó paso a Joe Johnston. Al menos ambos siguen acreditados como creadores de la historia. Por aquel entonces aún se llamaba Teeny Weenies, y aún cambiaría de nombre un par de veces más: de Grounded a The Big Backyard y, finalmente, al que conocemos ahora: Cariño, he encogido a los niños.
Cariño, he hecho una película
Lo cierto es que, aunque la película fue todo un éxito (se convirtió en la cinta de acción real más exitosa de Disney en su momento), no tuvo el casting que hubieran querido. Y es que estaban deseando que Chevy Chase fuera el protagonista, y antes de pensar en Rick Moranis se lo ofrecieron a John Candy. Francamente, ¿os imagináis esta saga sin Moranis? Imposible.
Aunque forma parte de nuestro imaginario colectivo y le tenemos mucho cariño, lo cierto es que Cariño, he encogido a los niños no tiene ningún sentido si te paras a pensar un poco sobre ella. Y es que, aunque en la película dicen que ahora miden 19 milímetros, lo cierto es que las medidas no están bien llevadas. Pensemos en la ficha de LEGO que aparece en mitad del jardín: debería medir 23 milímetros, y sin embargo es tres veces ellos, aproximadamente, sugiriendo que mediría unos 60.
¿Y en cuanto a la hormiga que montan? Para que tuviera sentido con los datos que sabemos debería medir unos 100 milímetros… Y la más grande que se ha conocido en la historia apenas llegaba a los 60. ¿Qué ocultaba el jardín de Rick Moranis? ¿Qué? ¿Cómo que pensamos demasiado las películas para niños? ¡No creo! ¡Esto es simplemente inadmisible!