El ‘remake’ de la exitosa ‘No se aceptan devoluciones’ llega a las salas de cine este miércoles 25 de diciembre. Hablamos con su protagonista y su directora sobre cómo fue el rodaje de la película
No se aceptan devoluciones, proyecto personal del cómico Eugenio Derbez, es la película de habla hispana de más éxito de la historia. Esto le llevó a ser adaptada en varios países en la que destaca Mañana empieza todo, protagonizada por Omar Sy. Ahora, 11 años después de su estreno, el filme más taquillero de México tiene su propia versión es España. Sin instrucciones llega este miércoles 25 de diciembre a las salas de cine con Paco León, Maia Zaitegi y Silvia Alonso como protagonistas.
Con motivo de este estreno, SensaCine ha tenido la oportunidad de hablar con el protagonista de Sin instrucciones y la directora Marina Seresesky sobre cómo fue el rodaje de la película.
Sin instrucciones sigue la historia de Leo (Paco León), un treintañero mujeriego que vive de fiesta en fiesta en una pequeña localidad de las Islas Canarias. Un día su vida cambia por completo al aparecer Julia (Silvia Alonso), un antiguo ligue que llega con un bebé en brazos para pedirle acogida durante una noche. Sin embargo, al despertarse, se encuentra que la mujer ha dejado a la pequeña y dice que es su hija.
Leo no se lo piensa dos veces y sale en busca de la madre. Su viaje acaba en Bilbao y, tras no dar con Julia, decide cuidar de la pequeña (Maia Zaitegi). Ocho años de diversión en los que Leo lo hace lo mejor que puede hasta que aparece la madre, quien quiere recuperar a su hija. ¿Cómo se lo tomará Leo? ¿Conseguirá su objetivo Julia?
Sin instrucciones es de esas películas que te dejan enganchado a la pantalla de principio a fin. Puede que hayas visto las versiones de otros países, pero, aún así, la película dirigida por Marina Seresesky te sorprende con cada giro. «Al espectador le van a pasar muchas cosas. Y eso es lo mejor que le puede pasar a alguien que va al cine«, afirma la directora a SensaCine.
Durante 95 minutos vivirás momentos muy divertidos, pero también momentos llenos de emoción porque, como en toda comedia romántica, en un principio piensas que la historia de los protagonistas «ira mal». «Después, contra todo pronóstico, aparece un amor muy grande que luego peligra y eso da toda la emoción», señala Paco León en la entrevista concedida a SensaCine.
El rodaje de Sin instrucciones parecía sencillo, ya que no hay muchas escenas de acción ni eróticas. Sin embargo, provocó más de un quebradero de cabeza al ser rodada en espacios naturales. «Por un lado está bien porque te genera adrenalina, pero también son muchas semanas que lo hacen lo más duro del rodaje», comenta Seresesky. Algo que supieron llevar bien al formar un gran equipo, en el que la conexión entre directora y protagonista fue fundamental. Algo se ve reflejado en el resultado de la película.
¿Cómo definirías Sin instrucciones?
Marina Seresesky: Creo que no tenemos instrucciones ahora mismo para definir la película, no sabría cómo definirla. Una comedia muy divertida y muy emocional donde el espectador le van a pasar muchas cosas. Y eso es lo mejor que le puede pasar a alguien que va al cine.
Paco León: A mí me gusta que Sin instrucciones es una película que tiene la estructura de una comedia romántica, pero el amor es entre un padre y una hija. Es verdad que como todas las comedias románticas empiezan así como de mal que dices ‘ay, no se van a entender’ y después, contra todo pronóstico, aparece un amor muy grande que luego peligra y eso da toda la emoción.
¿Qué fue lo que os llamó del proyecto para aceptarlo?
PL: Me llegó el guion, lo leí y lo viví mucho. Me sorprendía cada giro y cada sorpresa que tiene la película y me gustó mucho. Normalmente hay otros guiones que tú lees dices ya sé cómo va todo y cuando te sabes la película te da un poco de bajón, pero esta no esta no. Y decía ‘ay ahora qué pasará’. Además, me dijeron que estaba Marina Seresesky como directora, y ni siquiera estaba firmada, así que dije ‘sí’.
MS: A mí me pareció un guion sólido. Donde hay una base muy buena para todo lo que viene después que es mucho. El guion es lo principal, pero lo que viene después le da vida. Y también, claro, venía Paco León y dije ‘qué maravilla’.
Es la primera vez que trabajáis juntos, ¿cómo fue la experiencia?
MS: Para mí me ha sido un lujazo porque Paco es muy generoso trabajando y a algunos directores les va bien esto y otros no. A mí me va genial. Me encanta que que te den todo y Paco además estaba comprometido no solo con el personaje, que está bien como actor tú te comprometes intentas hacer lo mejor posible, sino con la película. Yo era la directora y el el actor, pero yo lo sentía como un compañero que estábamos haciendo una película y que queríamos hacer la mejor posible. Eso es lo mejor que te puede pasar: encontrar buenos profesionales y un compañero para hacerlo lo mejor que podamos y creo que nos ha salido bien.
PL: También era un personaje muy muy protagonista. No es aparece un momento sino que es hacer todo el viaje juntos. La verdad es que el hecho de haber yo dirigido [otras películas] también me hace estar más cómplice, pero no siempre pasa. La disponibilidad de Marina y de sentir la complicidad total de que estábamos en lo mismo para llegar a buen puerto con momentos de rodaje complicados como las inclemencias meteorológicas, el presupuesto…
Sin instrucciones se ha grabado entre Gran Canaria y País Vasco en localizaciones naturales. ¿Creéis que esto ha sido lo más complicado del rodaje?
MS: El clima de esta película ha sido muy complicado poder manejarlo poque, claro, no lo manejas. Obviamente si algo no se puede es manejar es el clima. Ha llovido mucho, había mucho viento pero teníamos un buen equipo y esto es fundamental. En el rodaje pasa de todo siempre y a veces tienes un equipo que dices ‘venga vamos’ y a veces menos. En esta película teníamos un gran equipo y actores que estaban muy concentrados porque aquí cuando paraba de llover había que rodar, al igual que cuando la bebita paraba de de llorar o se despertaba o dejaba de comer. Por un lado está bien porque te genera adrenalina pero también son muchas semanas que lo hacen lo más duro del rodaje.
Para terminar, ¿con qué escena de la película te quedaríais Paco?
PL: Uff, tengo muchas secuencias. Estoy todo el tiempo ahí, pesadísimo. Pero me siento muy orgulloso de haber dado el perfil de 35 años en la playa como una mona y haciéndome de chulo playa con 50 tacos y digo. Me han ayudado, pero estoy orgulloso de que se me medio bien creíble este chulo playa. Después la despedida en la tienda que de repente estaba planteada de otra manera y Marina dijo ‘no, vamos a hacerla aquí en esta cabañita’. Ahí nos metimos Maia y yo, y de repente fue una despedida muy bonita.
MS: Esa te iba a decir. Era de una intimidad tan absoluta. Nos despedíamos también de esa localización por lo que fue tan bonito. A veces uno piensa que las mejores secuencias son esas espectaculares trepando al Guggenheim Bilbao, que está genial, pero la intimidad y encontrar ahí lo pequeñito se disfruta.