Se nos ha olvidado, pero, mientras Médico de familia rompía con todas las audiencias en Telecinco, en Antena 3 había una serie que le plantó cara (al menos durante una temporada) en el liderazgo de ficción en España: Menudo es mi padre, en la que el Fary hacía de un taxista al que le ocurrían toda clase de dramas. Por ejemplo, al final de la primera temporada estuvo entre la vida y la muerte en el hospital… Aunque realmente se debía a que el cantante pedía más dinero para hacer otra tanda más de episodios y desde la productora fue la manera de decirle «Sin ti también podemos tener éxito». Al final la sangre no llegó al río.
Menudo es mi médico
Lo curioso es que no importaba realmente cuál de las dos ganara en esta batalla de audiencias: realmente, en ambos casos ganaba Globomedia, que era la productora de ambas series. Así que sí, cuando Menudo es mi padre superó el 30% de share, frente al 46% de Médico de familia, fue una alegría doble para una productora que se embolsó los bolsillos de dinero a gusto. Y encima… ¡Aprovechando para reciclar!
Puede que tuviera otros muebles y estuviera dispuesta de otra manera, pero la casa del médico Nacho era también la del taxista Fary (sí, se apodaba así también dentro de la ficción). Ambas se rodaron en el Estudio 3 de Fuencarral y, total, ¿quién se iba a dar cuenta? De hecho, incluso ahora, hace falta tener cierto ojo para ver que se trata del mismo hogar, solo que re-adecuado para las distintas clases sociales.

Globomedia

Globomedia
Cuando Médico de familia llegó a su final, en la temporada 9 (amontonadas en tan solo cinco años), lo hizo con un 39,8% de cuota de pantalla general. Sin embargo, Menudo es mi padre acabó bajando y bajando en audiencia hasta que no le quedó más remedio que despedirse un año y medio después de empezar. Lo hizo por todo lo alto, eso sí: con un musical loquísimo que hace que la psicodelia del final de Los Serrano quede en nada. ¿Es que no hay nadie que sepa acabar una serie normal en nuestro país?