¿No tenían un sofá triple donde ver la tele y comer comida china? Vaya por dios
No siempre salen a la luz, pero, cuando lo hacen, es siempre fascinante ver los primeros pilotos fracasados de series que después tuvieron un éxito increíble. Es conocido el caso de Juego de Tronos, pero también el de Padre de Familia (con una animación bastante cutre) o The Inbetweeners, donde básicamente era una serie completamente distinta con otro reparto. Pero ojo, porque el de The Big Bang Theory no se quedaba a medias precisamente en su rareza.
Knock, knock…. Penny?
Penny no existía, Sheldon era un hombre sexualmente activo, los decorados eran distintos… Como una version alternativa de la serie en la que todo había salido mal. Los creadores tardaron un año en pulir y cambiar ese piloto, que se hizo en 2006, y finalmente emitieron el que ahora todos conocemos en 2007 ante gran éxito de crítica y público. Por suerte, se dieron cuenta de que los dos actores principales funcionaban a la perfección y solo hacía falta añadir amigos y una actriz como Kaley Cuoco. Éxito inmediato.
No tuvo tanta suerte el decorado de la serie, que pretendía imitar los apartamentos de científicos universitarios reales. Tras una investigación, Chuck Lorre y compañía los recrearon, con multitud de ecuaciones en las paredes y un ambiente más pequeño y oscuro. Sin embargo, cuando el público de prueba lo vio, decidió que era horrible y deprimente. Al final, se llegó a un punto medio: una pizarra con una ecuación, sí, pero el resto como un apartamento normal en el que Sheldon pudiera vivir tranquilo.
279 episodios después, y tras terminar en 2019, estaba claro que la serie no iba a quedar ahí, y se ha preparado un auténtico Big Bang Theory-verso con varios spin-offs preparados. Para algo que funciona en la televisión convencional tampoco vamos a culparles de exprimirlo.