El 17 de septiembre de 1966 el público norteamericano pudo ver por primera vez la nueva serie de estreno de CBS, Misión Imposible, que aún no contaba con un personaje que después sería vital para la saga, Jim Phelps (el villano de la primera película de Tom Cruise). Sin embargo, lo que sí tenía era un elemento que ha permanecido inamovible durante casi 60 años: la banda sonora de Lalo Schifrin. Sí, esa que cualquier persona del mundo puede canturrear.
Enciende la mecha
Lalo Schifrin, el compositor de la inmortal tonada, siempre dijo que escribió el tema principal en 90 segundos y los arreglos en apenas tres minutos más. De hecho, según Martin Landau solo necesitó dos tomas para que la orquesta lo hiciera bien a la primera, y el tema fue tal exitazo que a lo largo de los años ganó el Grammy y recibió multitud de versiones, desde jazz hasta heavy metal. Lo que no todo el mundo sabe es que, como toda buena historia de espías, esconde un secreto.
Si te fijas bien, la canción parece tener un código morse, y Schifrin afirma que la grabó con esa intención en mente. Dos rayas («M») seguidas de dos puntos («I»). Así es, el tema de Misión Imposible, realmente, nos está diciendo «M:I». No fue la última vez que el compositor utilizó el código morse para hacer sus bandas sonoras, porque en Aeropuerto 80 volvió a utilizarlo como base para construir la melodía al completo.
Curiosamente, antes de que Brian DePalma volviera a traer a la vida la franquicia, la canción apareció en otra película muy distinta, La revancha de los novatos, donde se utilizó una versión allá por 1984. Por aquel entonces, hacía ya unos años que la serie había terminado y aún quedaba casi un lustro para que empezara su secuela, que duró dos temporadas más. Reconocerla, para muchos, sí que fue una misión imposible.