La adaptación a la gran pantalla del ‘best-seller’ de Megan Maxwell ya se encuentra disponible en las salas de cine. Hablamos con sus protagonistas, Gabriela Andrada y Mario Ermito, sobre qué fue lo más complicado del rodaje
Pídeme lo que quieras ya ha llegado a los cines españoles. La adaptación de la conocida novela erótica de Megan Maxwell es una de las películas más esperadas de este año, ya que los seguidores de la saga literaria llevan muchos años esperando este estreno. Cargada de seducción y sin nada que envidiar a 50 sombras de Grey, el filme dirigido por Lucía Alemany (La inocencia) no va a defraudar a los fans de la escritora.
Con motivo de su estreno, SensaCine tuvo la oportunidad de hablar con Gabriela Andrada y Mario Ermito, protagonistas de la película, sobre cómo fue el rodaje de Pídeme lo que quieras y cómo afrontaron grabar las escenas subidas de tono.
Al ser la adaptación de una novela erótica, y como es lógico, Pídeme lo quieras está cargada de escenas de sexo que no dejarán indiferente a los espectadores. Unas secuencias que suelen ser complicadas para los actores y actrices, ya que implica mayor intimidad, pero que a Gabriela Andrada y Mario Ermito no les ha resultado nada complicado.
«Ha sido bastante más fácil de lo que la gente se espera», señala Andrada. Para la actriz, y que afirma su compañero de reparto, lo único complicado a la hora de grabar las escenas de sexo han sido «las coreografías y las posturas acrobáticas porque lo que lo que se ve bonito [en la gran pantalla] rara vez es lo que se siente bonito«. De hecho, la intérprete que da vida a Judith Flores reconoce que estas posturas le provocaron «lesiones, tirones y contracturas por doquier».
Andrada señala que al «no tener texto», como mucho gemir, es «más difícil soltar una parrafada con un acento que no es el tuyo o buscar un llanto o un enfado cuando estás teniendo un día estupendo». «Ahí hay un reto en desnudarse y tocarse es casi como ir al recreo«, afirma la protagonista de Pídeme lo que quieras.
Lo más complicado del rodaje para Mario Ermito
Una visión que comparte su compañero de reparto. Ermito interpreta a Eric Zimmerman, quien acaba de heredar el negocio farmacéutico de su padre y es alemán. Teniendo en cuenta que el actor es italiano, aunque se defiende muy bien es español, no nos extraña que para él haya sido más complicado «quitar mi acento natural y ponerlo alemán en otro idioma que no es el mío«.
Y no solo eso, Ermito también tuvo que trabajar su actitud frente a la cámara. «Yo me muevo de una manera, pero el Zimmerman se mueve de una forma más recto y yo gesticulo mucho porque soy italiano, él no», señaló el protagonista, quien también tuvo que mantener la línea durante el rodaje. Según su compañera, estuvo «a base de pollo, verdura, arroz» durante todas las grabaciones.
«Era un reto muy gordo sobre todo desde un punto de vista físico porque yo me entrenaba 5 días a la semana y también fue un sacrificio de de alimentación, por lo que las secuencias de sexo fueron fáciles al comparar», afirmó el actor a SensaCine. «He sufrido bastante, pero el resultado ha sido bonito», sentenció Ermito.