El día de Navidad de 1996, JonBenét Ramsey, una niña de seis años que había ganado varios certámenes de belleza, fue asesinada en su casa de Colorado. Unas horas después, la encontraron en el sótano, A día de hoy no se sabe quién cometió la brutal muerte: en el hogar solo encontraron una carta supuestamente manuscrita por el asesino y el regalo que le iban a hacer ese 25 de diciembre a la niña: una muñeca igual que ella de tamaño real, que descansaba tan solo cinco metros más allá del sitio donde Ramsey falleció. Años después, Osgood Perkins decidió que era lo suficientemente escalofriante como para utilizar varios elementos del crimen en su Longlegs.
¿Quieres jugar con el vecino de abajo?
Longlegs costó menos de diez millones de dólares, y recaudó casi doce veces su presupuesto, demostrando la solvencia tanto del terror como de las producciones de mediano presupuesto. Para conseguir que la película fuese viral, el equipo de márketing decidió hacer algo muy simple: esconder la cara con maquillaje de Nicolas Cage. Nadie sabía exactamente cómo era Longlegs. Y eso es lo que daba miedo.
Pero la verdadera protagonista de la historia es Lee Harker (interpretada por Maika Monroe), de la que sabemos que tiene poderes mentales, aunque solo los más avispados sabrán hasta qué punto es eso cierto. Hay un momento en la película en el que Harker, durante un test psíquico, dice las palabras «Cámara, mesa, puerta, madre, padre, piano». A priori, nada raro… Hasta que en un flashback vemos el asesinato de la familia Camera (o sea, «cámara» en inglés) a través de una puerta abierta al lado de un piano con un cura (o sea, un padre) presente, una mesa de fondo y la madre muriendo. Boom.
Curiosamente, Neon ya está apostando en los Óscar por Nicolas Cage como mejor actor, aunque parece imposible a priori por su excentricidad. Aunque quién sabe. Lo mismo el vecino de abajo le hace un favor. Al fin y al cabo, se lo debe. Y es su cumpleaños…