En un principio, Joaquin Phoenix no quería hacer de Joker. Sí, tenía la intención de hacer un estudio de personaje de un villano de cómic, pero no quería hacer de la némesis de Batman porque, según él, «ya se había hecho antes». Hasta que aceptó el papel, el actor incluso rechazó aparecer en Marvel porque no quería repetir un personaje en varias películas, como paradójicamente ha pasado ahora en Joker: Folie à deux. Al final acabó aceptando, como todos sabemos, aunque fuera molestando a un Jared Leto que se había erigido como el «Joker oficial» del DCEU. Sí, intentad no recordar sus pintas.
Jo, Joker
A nadie se le escapa, a estas alturas, que Todd Phillips utilizó al personaje de DC para hacer una especie de remake encubierto de El rey de la comedia, la obra maestra de Martin Scorsese. La película, hace cinco años, causó polémica constante, acabó ganando el León de Oro en Venecia, recaudó un pastizal y aseguró que Warner fuera a atosigar de forma constante al tándem de Phillips y Phoenix para hacer una secuela. Y encima, sin contar con Keanu Reeves.
Sí, con Keanu Reeves. Es posible que te preguntes de qué demonios estoy hablando, pero solo hace falta prestar (mucha) atención a la película: en una escena en la que salen un buen montón de pantallas de televisión, arriba a la izquierda puedes ver que una de ellas está mostrando… ¡El anuncio que el actor de Matrix hizo para Kellogg’s en 1987!
Solo hay un pequeño problema: Joker transcurre en 1981, por lo que este pequeño homenaje es, realmente, un anacronismo. Pero bueno, cualquiera que haya visto las películas de Bill y Ted sabe que Keanu Reeves es un viajero del tiempo experimentado… Así que no debería haber sorpresas, ¿no?