El actor creyó que interpretar el personaje protagonista daría mala imagen a su carrera, así que se bajo del carro
La primera vez que Scott Frank, creador de Gambito de dama, leyó la novela de Caminando entre las tumbas de Lawrence Block -décima entrega de su saga de novelas de misterio sobre el investigador Matthew Scudder- corría el año 1998 -seis años después de su publicación- y le resultó especialmente interesante respecto a las otras historias protagonizadas por el personaje. El guionista, que en aquel momento no había debutado aún como director y no lo haría hasta casi 10 años después, pensó que la obra era un thriller de lo más intenso y que, si alguna vez tenía la oportunidad de adaptar alguna de las historias del autor, sin duda sería esa.
Unos años más tarde, en 2002, el proyecto estaba en sus primeras etapas de desarrollo, aunque entonces nadie sabía que tardaría más de una década en ser una realidad. Con Scott Frank a cargo de la adaptación del libro en forma de guion cinematográfico, los primeros nombres que se pusieron sobre la mesa fueron los de Harrison Ford y Joe Carnahan, quienes se encargarían de protagonizar y dirigir la película respectivamente.
Sin embargo, cuando todo parecía listo para comenzar a en 2003, Ford decidió abandonar el barco. Según contaría el propio Scott Frank en una entrevista en 2007 con motivo del estreno de su primera película como director, The Lookout, aunque en un principio la estrella de Indiana Jones se sintió atraída por el proyecto, luego le pareció demasiado oscuro. «Creo que le preocupaba la oscuridad de ese personaje. Dijo que sus clientes no querrían verlo en algo así, a lo que yo diría que no estoy seguro de que tenga los mismos clientes que antes. Creo que hay mucha gente a la que le encantaría verlo en esto. A mí me encantaría verlo hacer esta película. Es la película perfecta para él».
Tras el rechazo de Ford, Universal puso el proyecto en pausa, pero a principios de la siguiente década volvió a ponerse sobre la mesa con nuevos inversores y un nuevo elenco. Finalmente el encargado de dirigirla sería el propio Scott, mientras que el elegido para encarnar a Matthew Scudder fue Liam Neeson. Completaban el elenco Dan Stevens y Boyd Holbrook.
El resultado fue Caminando entre las tumbas, una película estrenada en 2014 que hoy puedes ver en abierto de la mano de Cuatro, que la emitirá en su espacio El blockbuster a las 22.00 horas.
Matthew Scudder (Neeson) es un expolicía y alcohólico en recuperación que dedica su jubilación a hacer favores a sus amigos a cambio de dinero que a menudo lo llevan a las profundidades del submundo criminal neoyorquino. Tras una serie de secuestros en la Gran Manzana que la policía parece incapaz de abordar, Scudder es contratado a regañadientes para ayudar a un traficante de heroína (Stevens), cuya esposa ha sido secuestrada y brutalmente asesinada. Scudder no tiene reparos en cruzar los límites de la ley para hacer justicia, y como investigador privado sin licencia, tiene acceso a zonas que siempre están vedadas a la policía. Mientras persigue a los autores de estos horribles crímenes, desafía los límites de la moral y se arriesga a convertirse en uno de los mismos monstruos contra los que lucha.
Con 62 millones de dólares recaudados en taquilla, Caminando entre las tumbas logró ser rentable para el estudio, pero no fue un gran éxito y, a menudo, no es una de las películas de Liam Neeson que se nos vengan a la cabeza cuando pensamos en la trayectoria del actor.
No obstante, el filme obtuvo críticas mayormente positivas, entre ellas la de SensaCine, que le brindó 3,5 estrellas de 5: «El punto de partida, casi propio de un thriller coreano de nuevo cuño, es la principal novedad de una cinta que se inicia con un excelente prólogo, muy a lo Harry el Sucio de Don Siegel, donde se explica el génesis del personaje interpretado por Neeson. Lo que sigue, es un drama criminal sólido, ejecutado a cámara lenta (media hora menos le hubiera ido de perlas a la película para resultar más redonda), que no cae en el maniqueísmo y, ojo, no hace bandera del ojo por ojo diente por diente. Y es que Caminando entre tumbas también se puede interpretar como una historia, truncada, de redención».