Cuando Priscilla Ann Beaulieu se casó con Elvis Presley en 1967, despertó la envidia de millones de personas. Pero que su vida como esposa del Rey del Rock ‘n’ Roll fuera envidiable es algo que puede ponerse en duda. Y no solo porque la prensa especulaba constantemente sobre la infidelidad de Elvis.
En 1973, el matrimonio se disolvió. Desde entonces, la empresaria y actriz ha hablado de forma ambivalente sobre el músico, fallecido en 1977, con confesiones dolorosas, retractaciones de duras declaraciones, acusaciones y también intentos de defender a Elvis, conforman un retrato general confuso.
Y qué mejor que disipar todas esas dudas con Priscilla, la película de Sofia Coppola que resume los años en común de su protagonista con Elvis Presley y con estrellas de Euphoria y Alien: Romulus, Cailee Spaeny y Jacob Elordi, como protagonistas.
Envuelta en colores suaves, adornada con detalles ornamentales y narrada con un ritmo pausado, Priscilla logra por momentos que el espectador se sienta como un perrito mimado con un lazo en el pelo. Pero eso es parte del plan.
Así lo demuestran los pequeños momentos, cada vez más intensos, en los que la discrepancia entre lo que se ve y lo que ocurre se vuelve tan aguda que estalla la burbuja de una falsa sensación de seguridad. Escenas que muestran lo sola que estaba la protagonista en medio del caos. Instantes que subrayan las diferencias de tal forma que resulta imposible apartar la mirada.
Como, por ejemplo, cuando Elordi -que habría sido más alto que el Elvis real- se impone gruñendo sobre Spaeny, quien es aún más pequeña que la verdadera Priscilla. Una imagen que Coppola deja en pantalla un segundo de más como para no parezca inocente.
Recuerda que Priscilla puedes verla en Movistar Plus+.