Con un presupuesto de unos 190 millones de dólares, la cinta no recaudó lo esperado. Aún así, merece la pena un visionado
Durante mucho tiempo, Brad Bird disfrutó de una carrera casi perfecta. Después de casi diez años en el equipo de Los Simpson, Bird pasó a dirigir sus propios proyectos e impresionó en taquilla. Estrenó cintas que se convertirían en clásicos de la animación como El gigante de hierro, Los increíbles o Ratatouille. Pero llegó su primer fracaso: Tomorrowland.
La aventura de ciencia ficción, basada en una atracción del parque temático de Disney, sólo logró recaudar poco más de 200 millones de dólares. Además, la prensa especializada tampoco se mostró muy entusiasmada. «Lamentablemente se ve lastrado por una narrativa desigual», dice el consenso de Rotten Tomatoes. Ni la presencia de George Clooney ayudó a que la trataran con más benevolencia.
Se trató, sin embargo, de una acogida injusta, ya que Tomorrowland tiene mucho más que ofrecer de lo que parece.
De qué va ‘Tomorrowland’
La cinta comienza en 1964, cuando un joven llamado Frank Walker asiste a la Feria Mundial de Nueva York para vender un prototipo de mochila propulsora que acaba de diseñar. Es rechazado porque no funciona, pero recibe la visita de Athena, una joven entusiasmada por la ciencia que le muestra un pin especial. Usándolo en un escáner, son transportados a Tomorrowland, un paisaje urbano futurista donde viven robots avanzados que arreglan su mochila.
Si Tomorrowland recibió críticas mediocres por parte de la prensa es porque la cinta está bastante por debajo del trabajo que Brad Bird había hecho hasta el momento. El personaje de George Clooney no ofrece mucha profundidad y el entorno futurista en el que se desarrolla la historia ofrece pocos elementos fascinantes. En otras palabras, todo podría haber sido más complejo y haber estado mejor diseñado.
Puede que no tenga todas las capas de El gigante de hierro, pero Bird muestra aquí el talento como director que ya vimos en Misión: Imposible – Protocolo fantasma. El director «ha demostrado ser un creador capaz de conjugar la desbordante imaginación propia de la ciencia-ficción de los años sesenta con la excitante aventura juvenil propia de los años ochenta», recoge Alejandro G. Calvo en la crítica de SensaCine.
«Tomorrowland me parece algo maravilloso, porque me ha hecho olvidarme de mi condición de crítico cinematográfico y me ha convertido en un espectador más. Y, lo siento, pero cuando yo disfruto tanto de una película a esta sólo la puedo tildar de obra maestra. Que lo sea o no, ya me preocupa menos», continúa.
Si te ha picado la curiosidad, la cinta está disponible en Disney+.