Desde pequeño, Po, un panda torpe, sueña con poder competir con los mayores maestros del kung fu y practicar artes marciales junto a sus héroes absolutos los Cinco Furiosos. Pero, por ahora, es su padre adoptivo a quien tiene que ayudar preparando fideos para los clientes de su restaurante.
Mientras Tai Lung, el enemigo más peligroso del valle, escapa de prisión, los maestros Oogway y Shifu organizan un torneo para designar cuál de los habitantes se convertirá en el futuro Guerrero Dragón, protector de la aldea. Contra todo pronóstico, cuando llega el día, el dedo del Maestro Oogway señala en dicción a Po.
Durante más de 25 años, los famosos estudios Dreamworks, pioneros de la animación de imágenes generadas por ordenador como Pixar, han dado origen a algunas de las franquicias más populares en su campo. Obviamente podemos citar al indescriptible Shrek, a la divertídisma Madagascar y la majestuosa Cómo entrenar a tu dragón.
Pero en 2008, los artistas del estudio pusieron todo su talento, su humor y su genio narrativo al servicio de un nuevo personaje. Un héroe atípico e inmediatamente entrañable que será recordado gracias a la formidable eficacia del concepto de su película: Un panda que sueña con practicar Kung fu.
Sin duda impulsado por la fuerza de su promesa, pero también por el virtuosismo de su animación, por la fuerza de su historia y por la precisión de sus numerosos gagas, Kung Fu Panda recaudó más de 600 millones de dólares en todo el mundo y al instante se estableció como un nuevo clásico.
Al igual que Shrek y Cómo entrena a tu dragón, Po también consiguió tres nuevas aventuras en la gran pantalla, que también te recordamos redescubrir. Si por el contrario nunca has visto la primera entrega de esta increíble saga, aprovecha que se encuentra disponible en Netflix.