Por mucho que fuera un shock para el resto del mundo, la mayoría de los lectores de cómics ya estábamos acostumbrados a ver cómo Batman y Superman se zurcían el lomo. Ya en los años 60 se enfrentaban en historias absurdas pero efectivas para la época, pero ninguna como la del clásico de 1986 El regreso del Caballero Oscuro, en la que Batman acababa venciendo. A lo largo de las décadas, y dependiendo de la dimensión y la historia en la que encontrasen, ganaba uno u otro, hasta que llegó la hora de demostrar quién era realmente el más fuerte en el cine, con Zack Snyder dirigiendo Batman V Superman.
¿Martha? Pues no que mi madre…
Originalmente, la película iba a hacerse a inicios de los 2000, y por ella pasaron decenas de guionistas, directores y equipos de todo tipo, pero nadie consiguió cerrarla del todo. La idea era tener la pelea después de Superman Returns, pero la película no funcionó, así que volvió a quedar en agua de borrajas hasta que Marvel mostró que un universo compartido era posible. Y claro, Snyder montó el suyo propio con los personajes de DC. ¿Qué mejor ocasión para ponerles a luchar de una vez por todas?
Sorprendentemente para los fans, en la primera pelea entre ambos, Batman es capaz de parar varios golpes de Superman, algo que a priori sería imposible sin kriptonita, teniendo en cuenta que él es un kriptoniano, o sea, que para nosotros es poco menos que un dios. Hay un motivo para ello: si te fijas, antes podemos verle analizando vídeos de la pelea entre el General Zod y Superman sacados, directamente, de El hombre de acero. Aquí no se tira nada.

Warner
Batman aprende cómo vencer a Superman y se pone manos a la obra, aunque el resultado acaba en empate por culpa del nombre de la madre de ambos (cómo olvidarlo). Y parece que así seguirá, porque viendo los cómics en los que se está basando James Gunn, entre ambos parece que habrá más amistad y buen rollo que otra cosa. También os digo una cosa, como lector veterano: no les querría ver de otra manera.