Nuestra historia empieza en 1932, cuando Laura Ingalls Wilder consiguió publicar una pequeña novela para niños basada en su propia adolescencia titulada La pequeña casa en el gran bosque. Fue tal éxito que dio lugar a una saga de ocho secuelas y 113 spin-offs cuya último libro (hasta ahora) se publicó en 2012. Lo curioso es que en 1974 acabó siendo adaptada a televisión en la archiconocida La casa de la pradera, que duró nueve temporadas y lanzó al estrellato a Michael Landon. Pero no fue el único que tuvo su primera gran oportunidad aquí.
Pena de pradera
Y es que entre los directores de la serie se encontraba un tal Leo Penn. Leo estaba especializado en televisión y había comandado episodios de Colombo, Kojak, Star Trek o Magnum P.I, e incluso sería nominado a un Emmy en 1983… Y en 1974 empezó a dar forma a La casa de la pradera. ¿Cómo no aprovechar el momento para colar a uno de sus hijos como extra en uno de sus capítulos?
Así es: Sean Penn debutó en el episodio 11 cuando tenía tan solo 14 años. Después, tardaría varios años en pisar otro plató para aparecer en otro episodio de la serie Barnaby Jones y en la película televisiva La muerte de Randy Webster. Hasta 1981 no apareció por primera vez en la gran pantalla, gracias a la fundacional Taps, junto a un Tom Cruise que hizo su primer gran papel como soldado absolutamente chiflado.
Desde entonces, su carrera despegó de lo lindo, y nunca ha dejado de trabajar. Es más, solo diez años después de debutar en el cine dirigió su primera película, Extraño vínculo de sangre, y se enamoró de contar historias. Tanto, que a sus 64 años no tiene ninguna intención de retirarse de su profesión. ¿Quién sabe si habría llegado a tanto sin su pequeño papel en La casa de la pradera?