George Lucas sabía perfectamente cómo jugar con las expectativas del público de la época
La franquicia Star Wars ha supuesto un antes y un después en la historia del cine y en la ciencia ficción, desde su primera entrega en 1977, Una nueva esperanza, hasta la consolidación de su trilogía original con El Retorno del Jedi, en 1983. Este último capítulo cerraba de manera épica la lucha entre la Alianza Rebelde y el temido Imperio Galáctico, pero pocos fans notaron en aquella época que su título adelantaba el desenlace de su historia, aunque la revelación final es evidente tras el final de la película.
El título parecía referirse al regreso de Luke Skywalker (Mark Hamill), quien se convertía oficialmente en un caballero Jedi tras haber completado su entrenamiento. Sin embargo, el nombre de la película esconde algo mucho más grande: el regreso al lado luminoso de la Fuerza de Anakin Skywalker, quien había estado atrapado en la figura oscura de Darth Vader durante décadas. Para los espectadores, fue fácil asumir que la historia estaba centrada en Luke, pero en realidad, fue Anakin quien «retornó» en el momento crucial, sacrificándose por su hijo y redimiéndose ante la Fuerza.
El retorno del Jedi sigue a Luke, Leia (Carrie Fisher) y Han Solo (Harrison Ford) en su misión para destruir la segunda Estrella de la Muerte y acabar con el reinado del Emperador Palpatine (Ian McDiarmid). Durante el Episodio VI, Luke tiene que enfrentarse a su destino: confrontar a su padre, Darth Vader, con la esperanza de llevarlo de vuelta al lado luminoso de la Fuerza. La lucha final no solo decide el destino de la galaxia, sino también el de la familia Skywalker. El sacrificio de Vader, quien elimina al Emperador para salvar a Luke, marca el comienzo de la redención de Anakin Skywalker, dándole un nuevo significado al título de la película.
Este giro final, en el que el villano principal de la saga vuelve a ser el héroe, es lo que verdaderamente da sentido al final de la trilogía original. No era simplemente el retorno de Luke como caballero Jedi, sino la resurrección de Anakin, quien en sus últimos momentos recupera su humanidad y cumple la profecía de traer equilibrio a la Fuerza. Esta interpretación del título, que se ha vuelto cada vez más evidente con el tiempo, demuestra cómo George Lucas jugaba con las expectativas del público.
A más de cuatro décadas de su estreno, este título sigue siendo una obra clave dentro de la saga Star Wars y del cine de ciencia ficción en general. Pero lo que hace a esta película aún más interesante es este detalle. Aunque pasara desapercibido en su momento, ha dejado una huella imborrable en los corazones de los fans y en la historia de la familia Skywalker.