Todo parece una excusa, un interminable allanamiento del terreno para que el personaje tenga presencia en el actual UCM
Tenía muchas ganas de que me gustara. De verdad que sí. Me acerqué a ella pensando que muy mal se tenía que dar para que personajes como Matt Murdock o Wilson Fisk me aburrieran. La complejidad de cada uno y su relación ha sido siempre algo interesante que explorar. Sin embargo, Daredevil: Born Again se ha convertido en una decepción tan grande que ya no puedo más. Estoy cansada de mantener viva la esperanza con cada una de las series que estrena Marvel. La nueva aventura del justiciero de Hell’s Kitchen ha agotado todas mis ganas de seguir viendo más ficciones del estudio.
Mi relación con las series del UCM comenzó como todas las relaciones: con ilusión y muchas ganas de adentrarme en terreno nuevo y desconocido. Bruja Escarlata y Visión (2021) fue un increíble arranque para este nuevo experimento del estudio. Incluso encontré muy interesante cómo Falcon y el Soldado de Invierno (2021) trata el tema del legado desde diferentes realidades. Loki (2021) y ¿Qué pasaría si…? (2021) mantuvieron viva la llama y Ojo de Halcón (2021) me regaló momentos entre Kate Bishop y Yelena Belova que rebosaban carisma. Pero Caballero Luna (2022), Ms. Marvel (2022), She-Hulk: Abogada Hulka (2022) -de esta celebro muy fuerte que su creadora se adelantara a los ‘haters’ más machos-, Invasión secreta (2023), Echo (2024) y todo lo que siguió fue matando, poco a poco, mi interés.
Ver el Universo Cinematográfico de Marvel en Disney+
Mi relación con las series del UCM estaba agonizando, pero Daredevil: Born Again era un faro de esperanza. El precedente del personaje interpretado por Charlie Cox en Netflix auguraba una gran ficción. La primera entrega, estrenada en 2015, cuando la plataforma de ‘streaming todavía no había llegado a España, pero estaba a punto, fue uno de los mejores debuts. La segunda entrega se embarró con su empeño en que todo condujera a la fallida The Defenders (2017). Pero la tercera es, probablemente, la mejor tanda de episodios de una serie de superhéroes.
No entendí muy bien la idea inicial de Marvel Studios de volver a contar lo que ya contó la última entrega de Daredevil en Netflix en 18 episodios. Basada en el cómic de Frank Miller Born Again, la historia trata temas relacionados con las creencias católicas del protagonista, el oscuro pasado de Karen y el poder de Kingpin al conocer la identidad del justiciero. Parece que Marvel Studios se dio cuenta de que no tenía sentido hacer un ‘reboot’ después de anunciarlo porque su versión del personaje no es más que una continuación de lo que ya se contó en Netflix.
Solo 15 minutos de puro Daredevil

Marvel Studios
Las buenas intenciones de Daredevil: Born Again, como todo en la era de ‘streaming’, están condensadas en los primeros minutos del primer episodio. ‘Media hora en el cielo’ (1×01) arranca buscando la mayor sacudida, la mayor impresión y la mayor conmoción posible. Si por algo se ha caracterizado el personaje es por sus increíbles peleas sin cortes. Y así da el pistoletazo de salida su etapa en Disney+ , dando todo lo que piden los fans en solo 15 minutos, pero en seguida se ven las grietas.
Capítulos de relleno, personajes con el mismo carisma que un folio en blanco y nuevas relaciones que no aportan nada. No hay tensión ni intriga. No hay tampoco sensación de amenaza. Todo parece una excusa, un interminable allanamiento del terreno para que el personaje tenga presencia en el actual UCM. Eso queda patente con su final, que más que un final parece un impasse. No por difícil o imposible, sino porque no hay nada que resolver.
Se acabó. No puedo más. Estoy saturada de personajes y de decepciones. Daredevil ha sido la gota que ha colmado el vaso. Matt Murdock me ha dejado agotada y, nunca pensé que lo diría, también aburrida. Me bajo del carro. De momento, me quedo solo con la Marvel del cine.