Reconozcámoslo: solo nos acordamos de Deep Impact porque iba sobre un meteorito que iba a caer en la Tierra y se estrenó el mismo verano que Armageddon. «Casualidades» de la vida, como en su día pasó con Bichos y Hormigaz, o con Lambada y El baile prohibido. Pero lo curioso es que podría haber sido una película mucho mejor si se hubieran esperado, porque el propio Steven Spielberg quería dirigirla. Sin embargo, al saber que el título con Bruce Willis ya estaba en fase de rodaje contrataron a Mimi Leder y se pusieron a grabar en tiempo récord. El resultado es… Bueno, el que es. Para qué negarlo.
Impacto Profundo 9
Curiosamente, y aunque se recuerda a Deep Impact como la gran perdedora de este duelo, lo cierto es que, aunque recaudó algo menos, dio muchos beneficios (350 millones frente a tan solo 80 de presupuesto), Lo raro es que no tuviéramos todo un género de meteoritos cayendo en la Tierra después de que ambas películas dieran dinero a sus respectivos estudios.
Si volvéis a ver Deep Impact, además, tiene un añadido que, visto desde 2024, es muy divertido: por momentos podemos ver «el Internet de antes», el de 1998. O sea, un sistema de búsqueda anterior a Google, banners hechos de manera muy primitiva… De hecho, si os fijáis un poquito más hay una predicción divertidísima en uno de ellos, en el que podemos leer «Vas a ver el océano» («You’ve got some ocean coming…»). Efectivamente, el personaje que está navegando en Internet, Jenny, muere cuando un mega-tsunami destruye Nueva Jersey. Sí que iba a ver océano, sí.
Es curioso que Deep Impact no haya sufrido la fiebre de los reboots tardíos y, por tanto, no tenga secuela ni remake a la vista, porque podría pasar perfectamente. Un buen meteorito de vez en cuando alegra cualquier cartelera, claro que sí.