Rhys Frake-Waterfield repite detrás de las cámaras de esta nueva entrega, que llega a las cines españoles
El director Rhys Frake-Waterfield se ha propuesto cambiar la percepción que tienes de uno de los personajes más adorables e inocentes de la animación: Winnie the Pooh. ¿Cómo? Pues convirtiendo al entrañable oso en el asesino en serie de su saga ‘slasher’. Winnie-The-Pooh: Blood and Honey (2022) es la primera entrega y hoy, 29 de noviembre, llega a los cines españoles su secuela Winnie-The-Pooh: El bosque sangriento (2024).
La primera entrega, estrenada en 2023, se rodó en 10 días y costó unos 100.000 dólares. Aunque los críticos la destrozaron, el producto fue un éxito comercial: recaudó 7 millones de dólares en los territorios en los que se estrenó en cines. También arrasó en los Razzie, los anti-Oscar, ganando cinco premios: Peor película, Peor director, Peor guion, Peor pareja en pantalla y Peor precuela, ‘remake’, ‘rip-off’ o secuela.
La historia de la primera entrega sigue a Winnie the Pooh y Piglet, a quienes Christopher Robin ha abandonado. Tras su ausencia, el oso y el cerdo han regresado a sus raíces animales y se han vuelto salvajes. Ahora buscan presas a las que cazar y asesinar.
La nueva matanza de Winnie-The-Pooh
Pese a los malos premios y reacciones, el filme fue rentable. De ahí que la secuela recibiera luz verde. Ahora llega a los cines españoles tras su estreno, el pasado mes de marzo, en Londres y Estados Unidos. Con un presupuesto más alto que su predecesora -500.000 dólares-, el filme volvió a ser un éxito comercial: recaudó más de 7 millones de dólares.
La historia de la secuela, que vuelve a contar con Frake-Waterfield detrás de las cámaras, sigue a Christopher Robin, que consiguió sobrevivir y ha regresado a su ciudad natal para buscar ayuda. Muchos creen que él ha cometido dos asesinatos ocurridos en la primera entrega y su reputación está por los suelos. Mientras tanto, Winnie, Piglet y el resto de personajes ya están planeando su próxima matanza.
Las críticas de El bosque sangriento son mejores que las de su predecesora. SIn embargo, sigue sin aprobar. Mientras que la primera entrega cuenta con un 3% de nota, la secuela ha subido a un 47%. Algo es algo.