Clint Eastwood le mandó el guion tres veces y John Wayne acabó tirándolo al mar: «Este pedazo de mierda otra vez»
Si solo pudiéramos pronunciar dos nombres de actores que encarnan el mito del héroe del cine western sin duda alguna serían los de John Wayne y Clint Eastwood. Dos actores separados por unos 25 años de edad que vivieron épocas diferentes dentro del género del Oeste pero que coincidieron en activo durante unos años, cuando el primero de ellos vivía la que sería la última etapa de su carrera y el segundo, que ahora tiene 94 años, vivía su momento de mayor explendor, ya convertido en una estrella del western y comenzando a dirigir sus primeras películas.
Si el actor apodado El Duque se hizo conocido poco después de la Segunda Guerra Mundial gracias, en particular, a las películas de su mentor John Ford, el segundo alcanzó fama internacional unos años más tarde gracias a su papel de antihéroe mudo en la Trilogía del dólar de Sergio Leone.
Dos carreras no incompatibles e incluso a veces complementarias, pero con notables diferencias: los westerns crepusculares y torturados encarnados y luego dirigidos por Eastwood eran, en definitiva, la antítesis de las películas patrióticas y politizadas de John Wayne. Sin embargo, las estrellas de Hollywood, pese a coincidir en activo nunca llegaron a cruzarse.
Lo que resulta menos desconocido, es que los dos actores casi comparten cartel como coprotagonista de la misma película western. En 1973, cuando su película Infierno de cobardes estaba cosechando un gran éxito, Clint Eastwood decidió contactar con John Wayne para proponerle rodar juntos un western.
La idea partía del director de películas de cine B Larry Cohen, que comenzó a fantasear con reunir a Eastwood y Wayne para una película que estaba escribiendo: The Hostiles, una cinta que finalmente no se hizo realidad y de la que, por tanto, no se sabe mucho, pero que al parecer presentaría a Eastwood en la piel de un joven jugador que gana la mitad de la herencia de un hombre aficionado al juego más mayor que él, al que interpretaría John Wayne.
Según recoge este artículo de CBR que rememora la historia, a Eastwood le gustó el guion y se encargó el mismo de intentar convencer a John Wayne, a quien envió el guion hasta en dos ocasiones. Wayne, por su parte, que ya lo rechazó la primera vez, fue entonces cuando envió la famosa carta en la que ponía a caldo Infierno de cobardes y de la que Eastwood hablaría en alguna que otra ocasión.
«Una vez, John Wayne me escribió una carta en la que me decía que no le gustaba Infierno de cobardes. Me dijo que no trataba realmente de los pioneros del Oeste. Me di cuenta de que hay dos generaciones diferentes y que él no entendería lo que yo estaba haciendo», contó el cineasta.
En un último intento, Eastwood envió un último guion revisado de The Hostiles a Wayne, quien reaccionó de la misma manera: «Otra vez este pedazo de mierda», dijo antes de arrojar el guion por la borda mientras navegaba. El relato se detalla en la biografía de John Wayne Duke, a Love Story, tal y como recogía FarOut. «Este tipo de cosas es todo lo que saben escribir hoy en día…».