No es un secreto que la estrategia no funcionó. Una película bélica que cayó en el olvido
Tuvimos que esperar más de 30 años para la secuela de Top Gun, la carismática y querida película dirigida por Tony Scott y protagonizada por Tom Cruise, pero finalmente fue realidad en el año 2022 y su acogida fue absolutamente espectacular: Top Gun: Maverick recaudó alrededor de 1.500 millones de dólares en la taquilla mundial -la segunda más taquillera del año solo detrás de Avatar: El sentido del agua– y la acogida por parte de la crítica también fue absolutamente positiva.
Sin embargo, 20 años antes se había estrenado otra película con potencial para replicar el éxito de la Top Gun original que no logró su objetivo: Tras la línea enemiga, la ópera prima del director John Moore. Estrenada en el año 2001 y protagonizada, entre otros, por Owen Wilson, Gabriel Macht y Gene Hackman, el filme guardaba varios paralelismos con la cinta de Scott que no pasan desapercibidos.
En Tras la línea enemiga, el piloto de la Armada Chris Burnett (Owen Wilson) y su compañero Michael Stackhouse (Gabriel Macht) son derribados durante un vuelo de rutina sobre la antigua Yugoslavia. Chris aterriza ileso en tierra, pero su compañero se rompe una pierna. Mientras Chris explora el área, un grupo de serbios encuentran a Michael y le disparan. Chris, sin embargo, permanece oculto y envía una llamada de socorro a su comandante, el almirante Reigart (Gene Hackman). Sin embargo, tienen las manos atadas por motivos políticos, ya que una acción militar obstaculizaría las negociaciones en curso con el objetivo de pacificar la zona.
Con la certeza de que nadie vendrá a ayudarlo, Chris comienza la lucha por la supervivencia. Debe abrirse camino a través del territorio enemigo para llegar a las regiones seguras bajo el control de la OTAN.
Tras la pista de la receta del éxito de ‘Top Gun’
Enormes portaaviones, helicópteros de ataque y aviones de alta velocidad adornan los primeros minutos de Tras la línea enemiga. Además, el hecho de que la trama esté inspirado, aunque sea vagamente, en un incidente real de la guerra de Bosnia acontecido en 1995 también despierta una especial curiosidad, puesto que supone una promesa de autenticidad.
Los demás ingredientes de la receta del éxito son muy clásicos y se conocen por el modelo Top Gun: la mitad del arsenal militar donado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, pero también la música de fondo es impresionante.
Respecto a las diferencias, la película bélica con Owen Wilson es mucho más patriótica y pertenece más al género bélico que Top Gun, siendo más cruda en sus escenas.
Asimismo, tampoco se parecen entre ellas si analizamos su éxito. Aunque Tras la línea enemiga sí fue rentable económicamente y recaudó el doble de lo que había costado, fue muy mal recibida a ivel de crítica y hoy nadie tiene especial interés en reivindicarla.
En la crítica de SensaCine, de hecho, tan solo se le otorgan 1,5 estrellas de las 5 posibles: «Estamos ante el típico filme hollywoodiense sin personalidad alguna, que encadena las escenas de acción como si se tratase de una atracción de feria. La película lo apuesta todo a la espectacularidad y no se preocupa en ningún momento por otorgar algo de veracidad o credibilidad al asunto».