Si le preguntas al personaje de Robin Williams te dirá que más vale prevenir que curar
Joe Johnston no estaba seguro de querer a Robin Williams como protagonista de Jumanji. No porque no fuera un gran actor, claro (eso iba por descontado), sino porque no quería que su fama de improvisar continuamente dañara al guion de la película. Sin embargo, Williams era un profesional y entendió a la primera que se trataba de una historia muy bien estructurada, y que no podía salirse de ella. Bueno, más o menos: normalmente rodaba dos versiones, una siguiendo cada línea del guion y otra improvisando con Bonnie Hunt. Porque contener un genio creativo como aquel era absolutamente imposible.
Si mueres en el juego… ¿Entonces qué?
Todos sabemos que de Jumanji, un hito de la nostalgia millennial, salieron sus dos secuelas (Bienvenidos a la jungla y Siguiente nivel) y un spin-off (Zathura), pero no todo el mundo recuerda la serie de dibujos animados, que cambiaba los hechos de la película contando una versión alternativa en el que el juego no se materializaba en la realidad sino que les llevaba a otro mundo, como ocurriría en las películas contemporáneas. De hecho, cambian tanto que al final de la tercera temporada los niños deciden destruir el tablero para siempre. Duras medidas.
Y viene a colación porque en la serie de televisión también se planteaban un dilema que lleva 30 años siendo objeto de debate entre los fans: en la película dan por hecho muy pronto que si mueren en el juego, también mueren en la realidad. Sin embargo, no hay ninguna prueba de ello. De hecho, puede que simplemente vuelvas a la realidad sin problemas, como se muestra al final, cuando, después de que ninguno de ellos sufra ningún daño real y siempre se libren de las penurias, Alan vuelve a 1969 reseteando los últimos 25 años de su vida.
Obviamente, esto es un debate sin respuesta. Hay quien cree que los jugadores pueden morir, pero resucitar al final si al menos un jugador termina la partida, quien piensa que el juego «protege» a los jugadores de alguna manera (aunque eso no explicaría, por ejemplo, lo mal que lo pasa Judy cuando está envenenada)… ¡O incluso que la teoría que tienen ellos es cierta! Hay que ponerse en su lugar por un momento: ¿Realmente merecía la pena sacrificarse?