Estrenada en 1996, esta película de ciencia ficción está considerada una de las obras más significativas de la época
Estrenada en los cines el 28 de febrero de 1996, Doce monos es una de las películas de ciencia ficción más notables de su época y, a día de hoy, continúa siendo considerada un título de culto. También fue un éxito comercial, ya que recaudó más de 168 millones de dólares para un presupuesto de 29 millones de dólares. Brad Pitt fue elogiado y obtuvo el premio a Mejor actor de reparto en los Globos de Oro. En definitiva, no pasó desapercibida y todo el mundo la halagó.
Sin embargo, como suele suceder con este tipo de películas, es ahora cuando vive su mejor momento. El tiempo la ha consolidado como un referente del género y es, sin lugar a dudas, uno de los largometrajes de ciencia ficción que tienes que ver alguna vez en tu vida.
Dirigida por Terry Gilliam, la historia nos lleva al año 2035. La mayoría de la población mundial ha sido aniquilada por un virus misterioso. Los supervivientes esperan que viajar en el tiempo les permita descubrir las causas de la catástrofe y así prevenirla. James Cole, un prisionero condenado a cadena perpetua, recibe una importante misión: es enviado a 1996, donde debe recopilar información sobre el Ejército de los 12 Monos, sospechoso de ser la organización detrás de la pandemia.

Universal Pictures
Doce monos es, en realidad, la adaptación de un cortometraje francés titulado La Jetée (1962). Universal aceptó comprar los derechos de la nueva versión y contrató a David y Janet Peoples para escribir el guion. Gilliam acababa de terminar de dirigir una adaptación cinematográfica de Historia de dos ciudades, de Charles Dickens, por lo que pensaron que era el candidato adecuado para este proyecto.
Universal Studios, que acababa de sufrir un estrepitoso fracaso con Waterworld, no tenía prisa en empezar a rodar. Finalmente, la producción fue aprobada con un presupuesto reducido de 30 millones de dólares. Sin embargo, para que el rodaje pudiera finalmente comenzar, el propio Terry Gilliam tuvo que convencer a Bruce Willis y Brad Pitt para que aceptaran una reducción salarial. El primero recibió un porcentaje de las ganancias y el segundo recibió 500.000 dólares, tres veces menos que sus honorarios habituales en ese momento.
Willis y Pitt llegaron al proyecto por obligación de Universal y, a cambio, Gilliam exigió el corte final. El estudio aceptó, pero puso dos nuevas condiciones: la película no debía estar prohibida para menores de 18 años y no debía exceder las 2 horas y 15 minutos. Bajo estas negociaciones, Gilliam logró sacar adelante una de las cintas de ciencia ficción más recordadas de la historia.