Otro Majin antes de Boo. Qué majines eran todos, ¿no?
El 27 de septiembre de 1986, tan solo unos meses después del estreno del anime de Dragon Ball, también apareció en las tiendas japonesas su primer videojuego, Dragon Ball: Dragon Daihikyō, para la olvidada consola Super Cassette Vision. Era un shoot’em’up en el que Goku, montado en la Nube Kinton, lanzaba rayos de luz con sus manos a los enemigos y les vencía con su bastón mágico… Y, a la postre, fue el único en toda la historia que no tuvo el sello de Bandai Namco. Solo pasaron dos meses hasta que el estudio en cuestión lanzara un segundo título para NES, abriendo el camino a un universo muy rentable que aún no ha terminado.
¡Vamos a jugar! ¡Tus problemas déjalos!
Entre toda la maraña de juegos para consola y ordenador que existen basados en la serie -sobre todo a partir de Dragon Ball Z-, hay uno que es oscuro incluso para los más fans de la franquicia: Dragon Ball V.R.V.S, un arcade que se lanzó en Japón allá por 1994. Se trataba de un juego de pelea en 2D que permitía ponerse tras los personajes para simular las tres dimensiones. Podías jugar con (y contra) Goku, Gohan, Vegeta, Truks Futuro y Piccolo, pero había otro enemigo inesperado más: ¿Habéis oído hablar de Majin Ozotto?
Ozotto era el villano secreto de Dragon Ball V.R.V.S, y fue diseñado por el mismísimo Akira Toriyama. En el canon del juego, nueve días antes de que empiecen los Juegos de Célula, este brutal villano fue desde el Planeta Verde hasta la Tierra buscando con quién luchar. De hecho, es allí donde le llevan para vencerle del todo. Y a partir de aquí, el mangaka se olvidó completamente de su existencia. Al fin y al cabo, no fue el único personaje creado por él para un videojuego: suyos son Mira y Towa, de Dragon Ball Online, Bonyu, de Dragon Ball Z: Kakarot o el Androide 21 de Dragon Ball FighterZ.
Lo curioso es que después otros herederos del estilo Toriyama sí que le han aprovechado, concretamente para el manga (además de anime y videojuego) Super Dragon Ball Heroes, absolutamente no canónico y donde Ozotto acaba escapando de la prisión, dividiéndose en multitud de clones a lo largo del universo. Oye, nunca se sabe cuándo van a tener que echar mano de un diseño de Toriyama olvidado en el tiempo, ¿no?