Si no sois muy dados a leer cómics, es posible que no os suene de nada Sgt. Furia y sus comandos aulladores, pero de 1963 a 1981 fue una de las series que Marvel publicó al margen de los superhéroes, y que contaba la vida de Nick Furia en la II Guerra Mundial junto a su grupo de élite. Tiempo después, Furia acabaría siendo el jefe de SHIELD, como todos sabemos, e introducido en la continuidad de Marvel, dejando tras de sí 167 números de batallas sin igual que aún ahora tienen, de vez en cuando, una pequeña resurrección en los cómics a modo de número especial… y que a Quentin Tarantino le encantan.
Reservoir wars
Aunque Tarantino ha dicho en más de una ocasión que no tiene ningún interés en dirigir una película Marvel, si tuviera que hacer una su elección sería traer de vuelta a Furia no en su faceta de líder superheroico, sino en la II Guerra Mundial. De hecho, Sgt. Furia le marcó tantísimo que incluso fue el motor para hacer Malditos bastardos, llamándola «una gran influencia». Y a poco que hayas leído el cómic, se nota.
Tarantino también le dedicó no uno, sino dos guiños en Érase una vez en Hollywood. El primero, en la estantería repleta de cómics de Cliff Booth, donde podemos ver varios números de la colección. El segundo está en el personaje de Rick Dalton interpretó en la ficticia Los 14 Puños de McCluskey, que llevaba un parche en el ojo al igual que Nick Furia.
Claro está, aquel Nick Furia de los Comandos Aulladores no podría ser, a priori, interpretado por Samuel L. Jackson, porque era de raza blanca. Si te estás preguntando dónde está ese personaje ahora en los cómics, es algo complicado de explicar, pero después de matar al Vigilante para robarle su ojo fue obligado a tomar su lugar en la Luna, donde estuvo obligado a tomar su lugar durante toda la eternidad… hasta que resucitó y convirtió a Furia en su heraldo. Eh, ya os dije que los cómics no son una cosa fácil de entender.