John RItter era un icono de la comedia americana por méritos propios. Fue el protagonista de Apartamento para tres durante siete años, protagonizó las dos primeras entregas de Este chico es un demonio… Todo el mundo le quería dentro de la industria, y por eso fue un notición que accediera a protagonizar una nueva serie, 8 simple rules to date my teenage daughter, que empezó su andadura en 2002. La serie fue un relativo éxito y se renovó por otra temporada, pero tras rodar los tres primeros episodios Ritter se empezó a sentir mal y falleció dejando la serie inacabada. ¿Qué hacer en estos casos?
8 simples reglas para el Big Bang
Ritter tenía solo 54 años cuando falleció, y sus episodios se emitieron con una introducción de su co-protagonista, Katey Sagal. La serie consiguió aguantar un total de tres temporadas antes de ser cancelada, y tanto su protagonista, Sagal, como la actriz que hacía de una de sus hijas adolescentes, una tal Kaley Cuoco, se hicieron amigas. De hecho, se hicieron tan amigas que incluso vivieron una reunión en The Big Bang Theory.
En el primer episodio de la temporada 10, Katey Sagal volvía a hacer de madre de Cuoco (esta vez en el eterno papel de Penny) después de temporadas y temporadas sin saber nada sobre sus progenitores. Él, por cierto, era el siempre hilarante Jack McBrayer. Puede que el público no entendiera del todo esta reunión porque al fin y al cabo el episodio se emitió once años después del final de 8 Simple Rules, pero no por ello es menos emocionante.
Por cierto, Kaley Cuoco apenas tuvo tiempo de estar en el paro, y tras terminar con 8 Simple Rules terminó en la última temporada de Embrujadas, y de allí, directa al papel que le dio la fama internacional. Y efectivamente, nada de esto habría pasado sin aquella pequeña sitcom a la que le debemos uno de los personajes más icónicos de la historia de la televisión.