Cuando Steven Spielberg estaba montando el reparto de Parque Jurásico, tenía claro quién debía hacer el papel de John Hammond: un mito del cine que llevaba 14 años sin aparecer en ninguna película, tras su trabajo en El factor humano. Pero Richard Attenborough no estaba dispuesto a volver tan fácil, y, aunque el papel era un caramelito, dudaba sobre si merecía la pena volver… hasta que el director le dijo «No puedo hacer el resto del reparto hasta que elija a John Hammond. Es el protagonista, y no puedo ver a nadie haciéndolo excepto a ti«. Al final no le quedó otra que aceptarlo, porque todo fueron facilidades.
Señor Hammond, ¿qué hace?
Por aquel entonces, el actor se había pasado a dirigir y, de hecho, estaba dando los últimos retoques a Chaplin, su biopic sobre el cómico. Spielberg no quiso meterse de por medio y ofreció rodar en los periodos de tiempo libres que su película le dejara. Al final, no le quedó otra que aplaudirle. Dijo de él que «Es maravilloso, brillante, es un genio». Y esa genialidad se nota en los pequeños detalles que quizá hayamos pasado por alto al ver, incluso por enésima vez, Parque Jurásico.
Y es que a estas alturas queda claro que Hammond no tiene ni la menor idea de cómo llevar su propio parque, ¿verdad? Desde la mera idea de pagar poco a sus empleados hasta la de no poner más seguridad, él se convierte en el verdadero villano de la película (por delante del T-Rex). Para ejemplificar que no sabe lo que está haciendo, Spielberg decidió ser tremendamente sutil: en una escena en la que coge el champán para celebrar, y a pesar de que los vasos de champán alargados están perfectamente a la vista, el dueño del parque decide servirlo… en vasos de whisky.
Y no, no es baladí: las famosas «flautas» para beber champán se diseñaron para complementar la carbonación del mismo… pero Hammond es tan rico y está tan acostumbrado a que le sirvan, que no le importa mostrar su ignorancia cuando le toca hacerlo a él. Efectivamente, no sabía lo que estaba haciendo. Y al final, claro, pasó lo que pasó… Seis veces hasta ahora, con una séptima el año que viene. Casi nada.