La actriz lleva una vida privada que poco tiene que ver con los «flashes» de Hollywood, pero con la que se siente más que realizada en su tiempo libre
El privilegio de pertenecer a la élite de Hollywood trae consigo muchas responsabilidades y consecuencias positivas y negativas. Por supuesto, una de ellas es la sobreexposición y esa sensación de no poder escapar nunca de la mirada pública, por eso son muchas las «celebrities» que encuentran fuera de las colinas de la ciudad de las estrellas su mejor refugio.
Para ello, hay algunos que deciden cruzar el charco, como es el caso de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, que tienen una impresionante villa en Mallorca donde pasan idílicas temporadas. Sin embargo, hay otras actrices y actores que optan por esa desconexión pero sin poner tantísima tierra de por medio, como es el caso de la intérprete Kaley Cuoco, hiperconocida por sus papeles en The Big Bang Theory, The Flight Attendant o Based On A True Story.
La artista ha decidido hacer algo similar a Ian Somerhalder y Nikki Reed, que tienen su propia granja y su finalidad es poder autoabastecerse de todo. Son nuestros pijipis de confianza. Lo de Cuoco, aunque similar, va por otros lares. La actriz no ha abandonado siquiera Los Ángeles, pero cuenta con un rancho que ha convertido en una especie de santuario animal donde acoge a todos aquellos animalillos que lo necesitan, un sueño que empezó solo con perros y ya hay caballos, ponis, cabras, vacas, cerdos, gallinas… «En realidad todo aquel que tenga cuatro patas es más que bienvenido aquí. No le decimos que no a nadie. Se ha convertido en una especie de lugar mágico», ha comentado Kaley Cuoco a la revista People, que le ha hecho un increíble reportaje en propio rancho con unas fotografías y unos clips preciosos.
La intérprete, que creció rodeada de caballos, sabía que quería que su hija viviera también entre animales en la medida de lo posible, así que la pequeña, a pesar de tener solo un año, ya se conoce de sobra a todos los habitantes del rancho. «Le he presentado ya a todos y cada uno de los caballos. De hecho, tiene un poni esperando a que sea lo suficientemente grande para montar. Sin embargo, no importa si le va eso o no, ya que el mismo rancho es un lugar maravilloso para que los niños aprendan a tomar responsabilidades, a hacerse caso de las tareas del hogar, a cuidar de los animales y, por supuesto, a ver cómo conviven todos juntos en armonía».
Además, según la actriz ha confirmado a la revista, el rancho no solo es un oasis para los animales que allí conviven, sino que es el lugar perfecto para que ella misma y su familia desconecte de ese ritmo tan demandante de Hollywood. «Me vengo aquí y me olvido del teléfono. Los animales se van acercando y es maravilloso. Es todo un honor tener un espacio como este».
Y si Kaley Cuoco tiene que escoger entre sus animales favoritos de la granja… ¡lo primero que se le viene a la cabeza son las cabras! «Son unas histéricas. ¡Ay! Pero es que también adoro a mis dos vacas, Connie y Ronnie».
Oye, pues el tipo de vida que a una le va apeteciendo los domingos por la tarde con la amenaza del lunes acechando.