El director imaginó la personalidad de cada una de las personas contratadas para aparecer en la película
Si existe un director al que el gusta cuidar hasta el más mínimo detalles de sus películas, ese es James Cameron. El responsable de Titanic no solo se preocupó por los efectos visuales o la coordinación de las grandes escenas del filme, sino que también estuvo pendiente de detalles que no siempre pueden apreciarse en pantalla. Cameron decidió hacer más real la experiencia de los pasajeros de su barco ficticio, creand una historia para cada uno de los 150 extras que participaron en el largometraje.
Aunque el romance entre Rose y Jack, interpretados por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio, ocupa el centro de atención, los extras que pueden verse detrás de cada escena ayudan a aportar profundidad a su narrativa. El director pensaba que el Titanic no contenía simplemente una historia de amor, sino que tenía que transmitir que el barco estaba vivo y que todos sus tripulantes y pasajeros estaban viviendo su propia historia a la vez que sus protagonistas. Así, cada extra dejó de convertirse en un accesorio de fondo y pasó a ser un personaje con una motivación propia.
Según explica Screen Rant, durante el rodaje, Cameron se reunió personalmente con los más de 150 extras para asignarles un nombre, una historia y un propósito. Aunque el público nunca escucharía sus diálogos ni conocería sus historias en detalle, el director estaba convencido de que este nivel de realismo haría que todo pareciera más auténtico. Estas decisiones ayudaron a que la película cobrase vida y también para darte un motivo más por el que ver la película de nuevo.
Tal es el nivel de perfeccionismo del cineasta que también intentó mejorar aspectos de la película cuando esta iba a estrenarse en formato 3D. «Hubo un momento en el que pensé fugazmente que podría corregir la película y hacer que coincidiera realmente con el aspecto real del Titanic… Otra parte de mi mente dijo: no, entonces vas a ser un chiflado parado en la esquina de la calle balbuceando», explica a ABC News. «Hay que hacerlo bien. No cambió ni un fotograma. El barco aún se hunde. Jack sigue muriendo«.
Todos esos detalles hicieron que la película fuese un completo éxito, no solo en la taquilla internacional, sino también a la hora de hacerse un hueco en la historia del cine. Aunque gran parte del mérito se lo llevan las actuaciones estelares de Winslet y DiCaprio, es imposible no reconocer que la magia de la película reside también en esos pequeños detalles invisibles que Cameron, con su perfeccionismo característico, cuidó hasta el último momento.