Denzel Washington no tuvo que esperar demasiado para hacerse con el primer Oscar de su carrera. Fue en la gala de 1990 cuando se subió al escenario a recoger la estatuilla por su papel en Tiempos de gloria, cinta dirigida por Edward Zwick con Matthew Broderick, Cary Elwes y Morgan Freeman. Después tuvo que esperar 12 años para ganar el siguiente y eso, en la mente de Washington, debe de ser la mayor ofensa que le puede pasar a un actor.
Lo ha reconocido en una entrevista a Esquire realizada durante la promoción de Gladiator II. Washington no esconde que haber perdido el premio por Huracán Carter le amargó profundamente y, además, le hizo protagonizar una situación embarazosa.
Creo que había ganado el Globo de Oro por ‘Huracán Carter’… ¿Ves? Ya casi no me acuerdo, ¿no es una locura? Pero luego, en los Oscar, mencionaron el nombre de Kevin Spacey por ‘American Beauty’. Recuerdo que me di vuelta y lo miré, y no había nadie de pie, excepto la gente que lo rodeaba. Todos los demás me miraban. Tal vez así lo percibí. ¿Por qué me mirarían todos? Pensándolo ahora, no creo que lo hicieran
El ‘biopic’ sobre la tormentosa vida de Rubin ‘Huracán’ Carter parecía destinada a hacerse con los premios de la Academia, pero los académicos tenían otros planes, lo que destrozó al intérprete. «Estoy seguro de que me fui a casa y bebí esa noche. Tenía que hacerlo. No quiero sonar como si dijera: «Oh, él ganó mi Oscar» o algo por el estilo. No fue así».
La cosa no terminó ahí: «Pasé por una época en la que Pauletta veía todas las películas de los Oscar. Yo le decía que no me importaba. ¿A ellos no les importo? No me importa. Vota, míralas. Yo no las veo. Me di por vencido. Me amargué. Me compadecí. Así que te diré que durante unos quince años, desde 1999 hasta 2014, cuando dejé la bebida, estaba amargado. Ni siquiera sé qué películas hice entonces, supongo que John Q., El mensajero del miedo. Pero no sabía que estaba amargado».
Washington todavía insiste en que no le interesa el hecho de que Spacey haya ganado «su Oscar». Sin embargo, sus declaraciones difícilmente pueden interpretarse de otra manera. Sobre todo porque Washington no fue ignorado en los años siguientes: en 2002 recibió su segundo Oscar por Training Day y estuvo entre los nominados cuatro veces más, incluso por el drama Fences, el cual dirigió.