El actor protagoniza ‘Disco, Ibiza, Locomía’, la nueva película de Kike Maíllo acaba de llegar al catálogo de Netflix
«Quizás, algún día, dentro de algunos años, a nadie le importen ya esas cosas», esta es la última frase que el productor musical José Luis Gil le dirige a Xavier Font en Disco, Ibiza, Locomía. El personaje interpretado por Alberto Ammann pasa toda la película pidiendo al grupo Locomía que no griten a los cuatro vientos que son homosexuales, así como les impide tener muestras de cariño en público. Según la historia, esa frase habría sido pronunciada en 1996, hace exactamente 28 años, y sí, parece que a la gente sí le siguen importando «esas cosas». Jaime Lorente, quien da vida a Xavier Font en la cinta, está harto de los comentarios homófobos que recibe cada día en redes sociales.
El actor ha compartido en su canal oficial de Instagram un vídeo promocional en el que se recopilan todos los besos que aparecen en Disco, Ibiza, Locomía. Parece que los usuarios de la red social no han recibido la publicación con los brazos abiertos, por lo que han acudido a los comentarios del mismo vídeo para insultar al actor y mostrar su descontento. Estos hechos se han repetido a lo largo de la promoción de toda la película, lo que ha hecho estallar al actor y expresar en un vídeo que no tolerará más faltas de respeto.
«Vuelve a suceder, y a mí, por desgracia, cada vez me sorprende menos y me duele más. En la última publicación de mi muro, en la que hago una recopilación de los besos de mi última película que se ha estrenado en Netflix, la de Locomía, y la cantidad de comentarios homófobos, violentos, desagradables… es preocupante«, comenta el actor en el vídeo publicado por el director Kike Maillo sobre estas líneas. «No sé, yo os deseo mucho amor a todos y que tengáis una vida feliz sin que nadie os odie ni os juzgue por lo que sois«.
Las faltas de respeto también han provocado una bajada de seguidores para Lorente, quien ha sido completamente sincero respecto a este comportamiento: «Me dejáis de seguir y me suda el rabo, me da completamente igual. Prefiero que no estéis en un lugar como mi perfil, vamos. Así que nada, besitos, chao». Este tema se ha avivado después de que la película haya llegado al catálogo de Netflix y más personas hayan tenido acceso a su visionado.
Por su parte, Maíllo, director de la película, ha decidido defender tanto a su personaje como al actor, dejando claro que está «más orgulloso que nunca de haber escrito y dirigido esta película. Porque, como se explica en la peli, seguimos estando muy lejos de respetar al prójimo. Seguimos muy lejos de entendernos y querernos los unos a los otros».
Una película donde interpreta a un chico talentoso, extrovertido, creativo, rápido, locuaz, caprichoso, tirano, genial que, además, es gay. ¿Cuál es la coartada para esos insultos? Que uno de sus actores favoritos sale besándose con otros chicos, explican. Ese es el pecado
La película cuenta la historia de Xavi Font y su grupo de amigos, quienes se mudan a Ibiza para poder cumplir su sueño de dedicarse al mundo de la moda en la España de mediados de los ochenta. Allí son descubiertos por José Luis Gil, un productor y magnate de la industria musical en búsqueda de talentos frescos y diferentes con los que montar un grupo de éxito. Ninguno de ellos sabe cantar, pero eso no impide que vayan a saborear las mieles del éxito. Una vida relajada en Ibiza, conciertos en Latinoamérica llenos hasta la bandera y sus voces en las discotecas de medio mundo. Su estilo era rompedor y nuevo, sus fans estaban obsesionados con ellos y ganaron millones. Pero todo estos éxitos tienen un alto coste: su propia libertad.