La película ‘Lágrimas del sol’ de Antoine Fuqua se estrenó en el año 2003 y no fue bien recibida por público ni crítica
No es la película más conocida de Bruce Willis, pero Lágrimas del sol, el drama bélico que el intérprete, ya retirado, protagonizó en el año 2003, ha entrado recientemente en el catálogo de Netflix en España y rápidamente se ha apoderado de uno de los primeros puestos. El filme, dirigido por Antoine Fuqua, ocupa actualmente el segundo lugar entre lo más popular entre los suscriptores, solo por detrás de la película navideña de Lindsay Lohan Nuestro secretito.
En ella, Bruce Willis, que además de protagonista era productor a través de su compañía Cheyenne Enterprises, interpreta al teniente A. K. Waters, un miembro de los Navy Seals que debe ir a Nigeria en pleno estallido de la guerra civil junto a su equipo de élite con la misión de encontrar y rescatar a la médica estadounidense Dr. Lena Kendricks (Monica Bellucci), así como a dos monjas y un sacerdote católico que se encuentran en la zona de crisis.
Mientras la doctora tiene claro que no quiere irse dejando a sus pacientes africanos a merced de la guerra, Waters trata de llevar a cabo su misión, al tiempo que su propia moral se ve amenazada. Finalmente, tanto la unidad de élite estadounidense como los refugiados emprender a pie una marcha de varios días hacia un punto seguro, encontrando nuevas atrocidades en el camino que les obligan a intervenir.
Con una recaudación de 86,5 millones de dólares frente a sus más de 100 de presupuesto, Lágrimas del sol no fue un gran éxito de taquilla, pero tampoco a nivel de crítica, mayoritariamente suspendida. «Fuqua, un cineasta que ha parido un par de thrillers bien potentes, demuestra su buen oficio en las escenas de acción. Hasta el punto de que si hubiera prescindido de toda la carga sentimentaloide y patriotera que lastra la película, Lágrimas del sol podría sostenerse como una digna muestra de cine bélico», escribía sobre ella Eulàlia Iglesias en su crítica de 2/5 estrellas para SensaCine.
Asimismo, Lágrimas del sol tampoco fue una gran experiencia para los implicados en el rodaje y, de hecho, Fuqua admitiría que la relación que mantuvo con Willis no fue buena, refiriéndose a él como «un dolor en el culo»: «Simplemente no nos llevábamos bien. Nos llevábamos bien fuera de cámara, pero al rodar Lagrimas del sol no nos llevamos bien. Algunos hombres no se llevan bien en lo que respecta al trabajo: tienen diferentes éticas laborales, diferentes opiniones, diferentes puntos de vista, diferentes métodos de filmación, y no nos llevábamos bien. Fuera de cámara éramos amigos (Bruce es genial), pero simplemente no nos llevábamos bien en lo que respecta al trabajo, y eso es todo».
Por otro lado, la película también quedó marcada por un accidente que Willis sufrió en el rodaje y del que incluso se rumoreó que podría estar relacionado con la afasia que le había sido diagnosticada al actor y que han provocado su retirada definitiva. Durante el rodaje de Lágrimas del sol la estrella de acción fue golpeada fuertemente en la cabeza por un «proyectil» durante el rodaje y Willis incluso presentaría una demanda contra Revolution Studios en respuesta al «dolor mental, físico y emocional extremo» a consecuencia del accidente.
Las sugerencias de que la afasia pudiera haber sido consecuencia de una lesión en el set de la película de guerra al parecer llegaron del propio círculo de Willis, después de que un amigo anónimo le comentase con The Sun en marzo de 2022 que los cambios en Bruce Willis comenzaron unos 5 años antes del diagnóstico. Sin embargo, el diagnóstico final de demencia frontotemporal como la enfermedad que padece el actor justificó la aparición de la afasia como uno de los síntomas de la enfermedad.