La polifacética artista está disfrutando, y se nota, antes de que su último proyecto llegue definitivamente a los cines
Cuando saltó la noticia de que conoceríamos una nueva versión de Wicked, esa historia de las brujas de Oz del mundo de Dorothy Gale, el público enloqueció. ¡Un musical y con nombres tan increíbles como el de Ariana Grande y la fabulosa Cynthia Erivo!, ¿qué más se podía pedir? Definitivamente la fecha escogida para su estreno es el 22 de noviembre en Estados Unidos. A España llegará una semana más tarde, pero su elenco ya se encuentra en plena gira promocional del proyecto, que promete arrasar en las salas de cine.
Para hablar de la película Ariana Grande y su estilista se están marcando algo propio a lo que hicieron Andrew Mukamal y Margot Robbie durante el «tour» de Barbie y más recientemente Jenna Ortega a razón del estreno de Bitelchús, Bitelchús, es decir, sus estilismos tienen absolutamente todo que ver con su personaje y hay uno que me ha fascinado por encima de los demás.
Se trata de un vestido de la firma Rodarte, una firma que me apasiona y que llevó una de las mejores vestidas de la pasada gala de los Emmy, Lily Gladstone. Esta casa tiene unos diseños que se caracterizan por ser psicodélicos, románticos, orgánicos y casi esotéricos. Todo un mundo gira en torno al universo creado por las hermanas Kate y Laura Mulleavy. ¿No te parece que casa a la perfección con lo que representa el papel de la artista en la película?
Como puedes ver en la foto, la propuesta tiene hasta un punto vintage que recuerda mucho a algunas ideas propias de los años 80 que se ven en esas cintas en las que aparecen reflejadas los bailes de escuelas e institutos y que nos hacen soñar con una vida estadounidense de película, porque las que ofrece el país norteamericano en la realidad ya nos pueden rayar más por diferentes motivos.
A mí estos «stylings» que está llevando Grande me encajan además de con su papel en Wicked, también con su personalidad, ya que siempre se muestra como una chica muy dulce y con un punto «coquette» a pesar de tener un chorro de voz increíble y ser una artista superior en todo lo que hace.
El diseño de Rodarte es todo un sueño de tul mágico, digno de una princesa. O por qué no, de una bruja. Metros y metros de este tejido envuelven a Ariana Grande hecho pequeñas hileras de volantes con cuerpo que solo descansan en la zona del pecho a la cadera, que queda envuelta además por un lazo. Si yo de pequeña hubiera dibujado un vestido de fantasía, sin duda sería este. Una auténtica delicia.
La cantante lució este maravilloso estilismo para participar hace apenas unos días en Saturday Night Live, uno de los programas de humor más míticos de la televisión estadounidense donde participó con mucha gracia e ingenio en diferentes «sketches», como suele suceder con todas las estrellas invitadas al «show».