Después de llegar a un acuerdo con Marvel Studios y dejar que Spider-man saliera en sus películas (llevándose gran parte de los beneficios), Sony no se iba a quedar de brazos cruzados. Al fin y al cabo, suyos eran los derechos del Universo Spider-man, e iban a aprovecharlo haciendo una serie de películas interconectadas sobre villanos. De momento han hecho tres películas: la trilogía de Venom, Morbius y Madame Web. Y para el futuro solo tenemos Kraven… después de que Bad Bunny decidiera que no iba a interpretar a El Muerto en una de las posibles películas más extrañas de la historia de Hollywood.
Habrá matanza
Veneno (o como se le conoce ahora, Venom) nació en el número 300 de The Amazing Spider-man, allá por mayo de 1989, después de que Peter Parker se deshiciera del simbionte que consiguió en las Secret Wars y que le estaba cambiando la personalidad. Casi desde entonces, Hollywood intentó hacer una película sobre el personaje, pero se fue atrasando poco a poco (primero se concibió como película individual, luego como spin-off de Spider-man 3, después como inicio de su propio universo) hasta llegar a su situación actual.
De hecho, se atrasó tanto que Stan Lee ya no pudo hacer su mítico cameo en la segunda parte, pero su director, Andy Serkis, guardó para él un pequeño homenaje poniéndole en la portada de una de las revistas de una tienda, e incluso Venom aprovecha para sacar uno de sus tentáculos y ordenar la balda. Stan «The man» no merece menos.
Al fin y al cabo, y aún con todas las polémicas asociadas a él (que los aficionados a Marvel conocen de sobra), Stan Lee fue el creador de los cómics de superhéroes de la editorial tal y como los conocemos, empezando por Los Cuatro Fantásticos y continuando con los clásicos básicos, desde Spider-man hasta Iron Man pasando por Los Vengadores y, por supuesto, Hulk o Estela Plateada. Siendo honestos, se merece uno y mil homenajes, qué demonios.