Aunque ahora se defienda como contraposición a la nueva trilogía de Star Wars, en su momento La amenaza fantasma gustó muy poco. Pero muy, muy poco, hasta el límite de dejar como costumbre habitual en revistas y foros sobre cine el insulto hacia Jake Lloyd, el pobre chavalín que interpretaba a Anakin Skywalker. Fue para tanto, el golpe que el propio George Lucas se planteó no guionizar El ataque de los clones y dejarle el marrón a tope. Para reírse de sí mismo, de hecho, cambió el título de la película, que se convirtió durante el proceso de escritura en… La gran aventura de Jar Jar. Casi nada.
El ataque de los niños
En 2002, el hijo menor de Lucas, Jett, por aquel entonces aún no llegaba a los diez años, pero aún no estaba preparado para salir en las películas de la saga como sí hicieron sus otras dos hijas, Amanda y Katie. Debutó en el Episodio III, pero tuvo un homenaje increíble en la forma de un personaje que duraba una escena: Dexter Jettster, el amigo de Obi-Wan Kenobi que aparecía un ratito como chef de su propio restaurante, Dex’s Diner.
Jettster era el nombre con el que cariñosamente llamaban a Jett, y Lucas aprovechó para hacerle así un sentido homenaje. Lo que nadie pudo preveer es que Dexter Jettster gustaría tanto que llegaría a tener un papel propio en el Universo Extendido. En las novelas originales de Star Wars Legends supimos que se hizo amigo de Obi-Wan cuando era un padawan de Qui-Gon y que fue uno de los pocos que le pudo consolar tras su muerte.
¡Es más! Gracias a una novela canónica que transcurre tras El retorno del jedi sabemos que vio la rebelión en Coruscant tras la destrucción de la Segunda Estrella de la Muerte y sobrevivió a Star Wars. Oye, ¿quién sabe? Lo mismo es el momento de que Dexter Jettster tenga una serie propia en Disney+. A estas alturas, cosas peores hemos escuchado.