Aunque a algunos melómanos les sorprenda, el grupo Un Pingüino En Mi Ascensor sobrevivió a los 80 y sigue sacando canciones cómicas regularmente, con un nivel la mar de aceptable. Uno de sus hits modernos fue 41 películas porno, en el que se dedicaban a desgranar títulos españoles a películas de cine clasificado X, tan creativas como podríamos imaginar: Caray con el mayordomo, qué largo tiene el maromo, Una rajita madura para esta cosa tan dura o Colegialas en celo aprendern inglés a pelo. La verdadera Marca España.
Ensalada de pepino en colegio femenino
En abril de 2022 cerró la última Sala X de España, en Valencia, en cuya cartelera se podía ver, justo antes de echar el candado, dos películas: Latinas prácticas y Jóvenes y viejas. Perdiendo las rimas gana en descripción, pero la verdad es que pierde parte de la gracia. Sin embargo, lo de las bromitas y los segundos sentidos no es algo exclusivo de España. Y si no, que se lo pregunten a los guionistas de The Office, que en el episodio 9 de la temporada 2 tuvieron que inventarse decenas de títulos de películas porno para meter en el ordenador de Kevin.
Antes de que Michael las borrara, entre ellas podíamos ver maravillas como When Hairy Meet Sally (parodia de Cuando Harry encontró a Sally), 2+1=Crazy Love!, Babysitter Loving, Crazy Monkey Lovin’, Naughty Naughty Nurses o Night of the VIxen. Todo sea dicho: llegado a un punto se vuelven a repetir. Al fin y al cabo, los directores eran plenamente conscientes de que nadie iba a parar la imagen para subirla después a Internet, ¿no? Ups.
Curiosamente, en este episodio en particular, el guion no tuvo tanta importancia como en otros: en las escenas durante la fiesta, los actores pudieron improvisar sus líneas de diálogo, beber cerveza y jugar a la Xbox 360, que por aquel entonces aún no se había lanzado a la venta. ¿Alguien sabe cómo volver atrás en el tiempo y conseguir ese trabajo?