Puede que en la práctica no parezca que la IA generativa haya planteado grandes revoluciones para los usuarios finales. Hay quien dice que está estancándose, de hecho. Aun así, lo que sí han hecho las empresas es gastar verdaderas fortunas en desarrollarla. Tanto que la inversión en 2024 supera con creces a la que se realizó en 2023.
Un 500% más que en 2023. Según un estudio reciente de Menlo Ventures, el gasto en IA generativa se multiplicó por seis en 2024, y pasó de los 2.300 millones de 2023 a los 13.800 millones de 2024. Lo hizo en todos los ámbitos, y la tendencia ha sido clara en los últimos meses: gastar para (quizás) acabar rentabilizando esa inversión con creces en el futuro.
Optimismo desaforado. Las empresas han apostado de forma notable por este segmento: el informe representa a 600 compañías tecnológicas con al menos 50 empleados, y muestra dos cosas. La primera, que el optimismo es altísimo —el 72% de quienes toman decisiones esperan una adopción más amplia a corto plazo—. Y la segunda, que estas empresas que invierten en IA están tratando de identificar casos de uso específicos que generen retorno. Eso quiere decir que la transformación a gran escala está por llegar, y de momento estas apuestas resuelven problemas muy específicos.
Crecimientos por doquier. El estudio de Menlo Ventures refleja como el crecimiento en el gasto de IA generativa ha afectado a todo tipo de áreas, desde los modelos fundacionales como GPT-4 o Gemini hasta la inversión en segmentos verticales como el de la salud, la abogacía o los servicios financieros, donde las cifras se han multiplicado por 12.
OpenAI pierde relevancia, Anthropic la gana. Curiosamente el informe muestra cómo ha habido un singular cambio de protagonismo. La cuota de mercado de OpenAI pasó del 50% al 34%, mientras que la de Anthropic se dobló y pasó del 12% al 24% en estos últimos doce meses. Meta se mantiene en el 16%, mientras que Google pasa del 7 al 12% de cuota y Mistral del 6 al 5%.
Tres modelos fundacionales de media. Otra de las conclusiones interesantes es que las emprsas que desarrollan LLMs no se centran en uno: desarrollan de media tres distintos de distintos tamaños o con distintos enfoques para ofrecer unos u otros a sus clientes dependiendo de la tarea y escenario de uso.
La IA generativa conquista a los programadores. El ejemplo más evidente de la conquista de la IA generativa se ha producido en el mundo de la programación. Es el caso de uso más notable según el estudio, mientras que la puesta en marcha de chatbots de soporte o incluso la generación de resúmenes de reuniones son también populares.
Los modelos propietarios ganan. Aunque modelos Open Source como Llama son especialmente importantes para desarrolladores independientes y startups de pequeño tamaño, lo cierto es que los modelos propietarios son absolutos protagonistas y su cuota de uso es mucho mayor, situándose en el 81%.
Predicciones. El estudio también trata de plantear cuáles son las grandes tendencias a corto plazo y deja tres conclusiones. La primera, que los agentes de IA plantean la próxima gran revolución de la IA generativa. La segunda, que quienes dominan el mercado hoy pueden no hacerlo mañana y puede haber movimientos importantes en el sector. Y tercera, que la escasez de talento en este ámbito se intensificará y eso llevará a que los sueldos para los expertos sean aún más notables y puedan multiplicarse por dos o por tres.
Quemando dinero. El estudio es una ratificación de lo que llevamos viendo todos estos meses en las empresas de IA: las inversiones en infraestructura son gigantescas, las rondas de financiación colosales, pero el retorno económico es de momento simbólico. El mejor ejemplo de ello es OpenAI, que de hecho ya ha avisado de que no será rentable hasta 2029. Eso da buena cuenta del fregado en el que están tanto ellos como sus inversores, y no parece que sus competidores estén en una situación demasiado distinta.
Imagen | Xataka con Freepik Pikaso
En Xataka | OpenAI está quemando el dinero como si no hubiera mañana. La pregunta es cuánto podrá aguantar así
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