Un móvil de 200 euros hace normalmente todo lo que necesitas. Un móvil de 1.000 euros simplemente lo hace más rápido y mejor. Un coche de 25.000 euros te lleva perfectamente de un lado a otro. Pero la experiencia es distinta y mejor en un coche de 60.000. La economía contemporánea nos ha enseñado como la vida puede funcionar a dos velocidades. Y con la IA está pasando exactamente lo mismo.
IA a precio de saldo. Ayer DeepMind anunciaba la disponibilidad de Gemini 2.5 Flash Lite, un modelo de razonamiento «para aquellos que buscan bajo coste y latencia». No es el modelo más potente de Google ni mucho menos, pero sí que es una cosa: barato. Cuesta entre tres y seis veces menos que su modelo estándar, Gemini 2.5 Flash, y eso hace que más que nunca se confirme una tendencia clara.
Bienvenidos a la mcdonalización de la IA. Desde que comenzaran a comercializarse los modelos de IA fuimos viendo cómo teníamos una IA a dos velocidades. Por un lado, los chatbots gratuitos o muy baratos —incluso locales— con modelos «carne picada» para las grandes masas. Por otro, los chatbots súperpotentes y capaces, los más avanzados y también los más caros.
IA gratis e IA a 250 dólares al mes. Esa división fue agrandándose con el tiempo. Los planes de IA de 20 dólares al mes se han convertido ya en planes «gama media» para los usuarios. Ahora estamos viviendo un claro fenómeno en el que si quieres lo mejor, tendrás que pagar mucho por ello. Los modelos más avanzados de OpenAI y de Google cuestan 200 y 250 dólares al mes respectivamente. Antes teníamos móviles superpremium. Ahora tenemos IAs superpremium.
La IA gratis sigue siendo (muy) buena. Lo más llamativo es que esa mcdonalización de la IA no es de momento mala. Los modelos gratuitos, los que usan la inmensa mayoría de los usuarios, son fantásticos para muchos escenarios y cumplen sobradamente sus necesidades. Aquí nos hemos beneficiado de un mercado ultracompetitivo: las empresas de IA han tenido que ofrecer cada vez mejores prestaciones en sus plataformas gratuitas para que no huyéramos a usar otras que hacían lo mismo de forma gratuita o más barata.
Y la IA seguirá abaratándose. Hace unos días OpenAI recortaba en un 80% el precio de o3 y ofrecía su versión avanzada, o3 Pro. Este último es un modelo aún más capaz, pero también es 10 veces más caro que el modelo o3 estándar. Está destinado a usuarios muy específicos que sacan todo el jugo a estos modelos con prompts y contextos muy detallados. O3 Pro no es de gran ayuda para las consultas típicas (a menudo no demasiado específicas) que realizamos en ChatGPT, por ejemplo. Esa tendencia al abaratamiento de la IA es constante.
Pero también encareciéndose. Lo contrario también es cierto: el coste de la inferencia no para de bajar, pero el acceso a los mejores modelos podría encarecerse aún más. Sobre todo si como parece las empresas que los ofrecen los plantean como sustitutos de empleados humanos. Sam Altman ya apuntó a que un agente de IA hiperavanzado con la capacidad de un doctorado humano no saldrá por 200, sino por 20.000 dólares al mes. Pero si cumple con las expectativas —y como siempre, incertidumbre máxima aquí, Altman es especialista en generar hype—, esa IA será capaz de hacer el trabajo de muchísimos empleados, y hacerlo además de forma constante, 24/7.
El precio de la exclusividad. También estamos viendo cómo esos modelos ultrapremium son los que dan acceso a características que consumen muchos recursos, como la espectacular capacidad de generación de vídeo de Veo 3. Aunque es posible generar unos pocos vídeos con las cuentas «gama media» de Google (Google AI Pro, 21,99 euros/mes), para usar esa opción de forma mucho menos limitada podemos apuntarnos al plan Google AI Ultra, de 250 euros al mes.
Quizás 250 euros al mes sea un chollo. Podemos considerar que pagar 20, 200 o 250 euros al mes por acceder a un modelo de IA avanzado es algo absurdo teniendo en cuenta que los modelos gratuitos son ya muy buenos. Sin embargo hay otra realidad contundente: esos modelos avanzados de pago pueden ser un absoluto chollo. Si con ellos produces el doble o haces tu trabajo en la mitad de tiempo, ¿qué son 20 euros al mes, o incluso 250? Todo depende de cómo los exprimas, por supuesto. Como decía Javier Recuenco (@recuenco), autor y académico: «¿Algo que te quita el 80% del trabajo y que te deja a ti hacer aquello en lo que eres bueno, que te mola y en lo que eres bueno? Por favor dame más».
Oferta y demanda. Alberto Romero, autor de la newsletter ‘The Algorithmic Bridge’, reflexionaba hace semanas sobre esa potencial brecha. Como sucede en el resto de industrias del mercado, para él OpenAI y el resto de empresas de IA operarán en el mercado «con la única regla que importa, la de la oferta y la demanda».
Ganadores y perdedores de la IA. Pero también es cierto que esa IA para pobres y para ricos provocará una nueva brecha digital. Quienes puedan pagar los mejores modelos de IA podrán hacer más cosas y mejor —si realmente le sacan el jugo— que aquellos que tan solo tienen acceso a modelos gratuitos o baratos. No habrá igualdad de oportunidades para unos y otros. Podríamos ver algo así con el acceso a los prometedores agentes de IA, que serán especialmente intensivos en consumo de recursos pero teóricamente también harán muchas cosas por nosotros de forma autónoma… pero no por los que no puedan pagar por ellos.
No hay reseñas todavía. Sé el primero en escribir una.