Estamos siendo testigos de lo que se perfila como el resurgimiento de la energía nuclear. La reapertura de reactores, así como el desarrollo de nuevas unidades de vanguardia es un tema de conversación de actualidad. Compañías como Amazon y Google han decidido apostar por propuestas del tipo SMR para alimentar algunos de sus próximos centros de datos de inteligencia artificial. Maersk, por su parte, imagina a esta tecnología en buques mercantes.
La naviera danesa comenzó a trabajar a mediados de este año en un estudio junto a Lloyd’s Register (LR) y Core Power. Básicamente quiere saber si la idea de operar una flota de barcos de propulsión nuclear para transporte de mercancías es viable. Ahora bien, no sería la primera vez que veríamos un barco mercante de propulsión nuclear. En el mundo se han desarrollado cuatro proyectos de este tipo, siendo el NS Savannah de 1959 el primero en materializarse.
NS Savannah, un barco mercante con reactor nuclear
El presidente de Estados Unidos Dwight D. Eisenhower ordenó construir un buque mercante de propulsión nuclear en 1955 como parte de “Átomos para la paz”, una iniciativa que tenía como objetivo promover el uso pacífico de la energía atómica. Una década atrás, recordemos, Harry S. Truman, había ordenado el ataque nuclear contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, lo que continuó con varias pruebas nucleares a lo largo de la década de 1950.
La quilla del NS Savannah fue colocada en un astillero en Camden, Nueva Jersey, en 1958, y el barco realizó su viaje inaugural en 1962. Tenía 181,8 metros de largo y una manga de 24 metros, con un desplazamiento de 19.800 toneladas. Contaba con una serie de comodidades que no existían en otros buques mercantes, como treinta camarotes con aire acondicionado, comedor para 100 personas, bar con vistas a una piscina exterior, todo con diseño que inspiraba lujo.
El barco contaba con un tipo de planta de energía similar a la del USS Nautilus diseñada por Babcock & Wilcox. La misma incluía un reactor de agua a presión (PWR) situado estratégicamente para facilitar el reabastecimiento de combustible. Para mejorar la seguridad se duplicaron varios componentes de modo tal que pudiera seguir funcionando en caso de que se presentaran ciertos tipos de fallos.
Durante su tiempo en servicio visitó casi medio centenar de puertos internacionales, llevando carga y pasajeros, pero sobre todo siendo embajador del uso pacífico de la energía atómica. El transporte de pasajeros cesó en 1965 y siguió funcionando como buque de carga hasta 1970. Era un concepto realmente interesante, pero no fue pensado para ser rentable, por lo que su tiempo de vida estaba claramente limitado.
Un año más tarde, en 1971, se retiró completamente el combustible nuclear. El barco permaneció en exhibición desde 1981 hasta 1994 y fue designado Monumento Histórico Nacional en 1991. Actualmente se encuentra atracado en un muelle en Baltimore, donde se está realizando un proceso por etapas para el desmantelamiento de todos los sistemas nucleares para posteriormente ser dado de baja.
El NS Savannah sigue siendo propiedad de la Administración Marítima de Estados Unidos (MARAD) y todavía cuenta con una licencia de la Comisión Reguladora Nuclear (NRC). Cuando se concluyan las tareas mencionadas anteriormente, el barco ya no estará sujeto a la licencia de la NRC y podrá encontrar su próximo destino. La MARAD contempla opciones como convertirlo en un museo o reciclarlo.
Imágenes | Wikimedia Commos (1, 2, 3, 4, 5, 6)
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