El 5 de septiembre de 2019, una mujer llamada Mangayamma Yaramati pasó a la historia: había sido madre de gemelos. El dato clave es que tenía 73 años en ese momento y fue, posiblemente, la mujer más mayor que había dado a luz. Es un caso extremo, pero lo cierto es que el mundo lleva años embarcado en una situación en la que cada vez se producen menos nacimientos, y cada vez más tarde.
Y estos gráficos que podemos consultar en Our World in Data reflejan esa realidad que no es nada alentadora.


2012. Se dio mucho la tabarra con aquello de que el mundo se acabaría en 2012, pero lo que realmente ocurrió es un cambio de tendencia en los nacimientos: fue cuando se empezaron a dar más nacimientos entre madres de 30 a 39 años y cuando los nacimientos entre madres de 20 a 29 años empezaron a caer.
A nivel mundial, esto es significativo porque hay buena parte del mundo (sobre todo países en vías de desarrollo) en el que el peso de los nacimientos recae en esas mujeres de 20 a 29 años, con alarmantes cifras de nacimientos entre niñas de 10 a 19 años. Son esos países los que maquillan una foto mundial que evidencia que el motor de la natalidad está gripado.
España. Centrémonos en España por un momento. Aunque caminamos al récord de habitantes con más de 49 millones, esto poco tiene que ver con que nazcan más niños. De hecho, es gracias a la inmigración, ya que las tablas de nacimientos y saldo vegetativo muestran una situación muy desfavorable para la demografía española. Y el dato es demoledor: nacen más niños de mujeres de 41 años que de 25.


El cambio de tendencia global se dio en 2012, pero en España nos adelantamos un poco. Si ponemos la lupa en 2008, podemos ver la curva entre los dos periodos de edad de los que estábamos hablando, distanciándose cada vez más y sumando otra franja de edad a la ecuación: la de mujeres de entre 40 y 49 años.
Estos últimos años se ha estabilizado en las tres franjas, pero en 2008 nacían un 60,1% de niños en la franja de 30 a 39 años, 32,6 en la franja de 20 a 29 años y 4,3% en la de 40 a 49 años. En 2023, las cifras habían cambiado mucho: 63,3%, 24,8% y 10,2%, respectivamente.
Los vecinos no están mucho mejor. El panorama europeo es muy similar. Si vamos discriminando entre los diferentes países, vemos que los datos y curvas son muy similares a los que podemos encontrar en el caso de España, pero si agrupamos Europa, podemos ver dos puntos de inflexión clarísimos.
Uno en 2014, momento en el que los nacimientos por parte de niñas de 10 a 19 años disminuyeron y se cruzaron con los que se daban en mujeres de 40 a 49 años, que han seguido aumentando estos últimos años.


Otro, en 2015, cuando ocurre exactamente lo mismo, pero entre la descendente franja de 20 a 29 años y el ascendente, de manera meteórica, segmento de nacimientos entre mujeres de 30 a 39 años.
LATAM estable, pero ojito. Al otro lado del charco, en territorio latinoamericano, la situación es muy diferente. Está más alineada con lo que vemos en la gráfica mundial, con una franja de nacimientos predominante entre mujeres de 20 a 29 años, pero donde ya podemos apreciar un aumento claro de los nacimientos entre mujeres de 30 a 39 años.


Luego, claro, depende de cada país. México está muy alineado con esa gráfica territorial, pero en Argentina, desde hace unos años las líneas de 20-29 años y 30-39 años se están acercando peligrosamente. En Chile ya hay más madres de 30 a 39 años y en Colombia la buena noticia es que la natalidad entre 10-19 años está cayendo.
El drama asiático. Y la situación europea no es alentadora de cara al relevo generacional, pero si nos vamos a Asia, los gráficos son demoledores. Es un caso de esos de “vale más una imagen que mil palabras”, y a continuación dejamos los gráficos de China, Japón y el más devastador: Corea del Sur.






China es la que se “salva”, pero las dos franjas de edad crítica están cada vez más cerca. El Gobierno está aplicando medidas de todo tipo: buscando mujeres puerta por puerta, bajar la edad legal para casarse o financiar partos sin dolor, todo con tal de aumentar la tasa de natalidad. En Japón también están aplicando medidas no sólo para fomentar la natalidad, sino para atraer extranjeros que puedan trabajar en diferentes puestos por todo el país. Y Corea del Sur está en un invierno demográfico del que será difícil que salga.
Al final, es algo que depende mucho de cada país, pero cada vez hay más flechas que apuntan a que, sencillamente, la mayoría de personas no quieren tener hijos. Dentro de esto, hay motivos económicos y de convencimiento que veremos si son pasajeros o han llegado para quedarse. De momento, en Europa la demografía va al ralentí y los países que mejor van… siguen siendo un desastre.
Imágenes | Our World in Data, Jonathan Borba (Unsplash)
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