Ozempic comenzó su andadura como un fármaco contra la diabetes pero se convirtió en uno de los medicamentos más populares en todo el mundo cuando nos dimos cuenta de que entre sus “efectos secundarios” estaba la pérdida de peso. Desde entonces hemos ido detectando otros posibles efectos, positivos y negativos pero seguramente el más sorprendente de estos esté en sus efectos sobre la fertilidad.
Set trata del fenómeno de los “Ozempic babies”.
El Reino Unido avisa. La autoridad responsable de regular fármacos y productos sanitarios en el Reino Unido, MHRA (Medicines and Healthcare products Regulatory Agency) avisó hace unos días de un “nuevo” efecto secundario asociado al consumo de Ozempic, la de un aumento de probabilidad de embarazo. Si bien esta es la primera vez que el organismo alerta sobre el efecto, las primeras noticias sobre este se producían hace ya más de un año.
Cómo funciona. Ozempic es la marca con la que la farmacéutica danesa Novo Nordisk comercializa un tratamiento para la diabetes basado en la semaglutida. Este compuesto también sirve de base a Wegovy, nombre bajo el que se comercializa el fármaco orientado a la pérdida de peso.
Para entender por qué el mismo compuesto puede funcionar como tratamiento contra la diabetes y como adelgazante tenemos que entender cómo actúa en nuestro cuerpo. La semaglutida funciona como un agonista de los receptores del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), es decir, funciona como un análogo de esta hormona clave en el proceso digestivo.
Cuando comemos nuestro cuerpo segrega de forma natural la hormona GLP-1 para transmitir dos mensajes. El primero al páncreas, para que comience a segregar insulina con la que metabolizar los azúcares de la comida. El segundo al cerebro, para que este sepa que nos encontramos saciados. Fármacos como Zepbound y Mounjaro actúan de forma similar, si bien la tirzepatida en la que se basan funciona como doble análogo de las hormonas GLP-1 y GIP (polipéptido inhibidor gástrico).
Ozempic babies. Hace algo más de un año, decenas de mujeres en tratamiento con alguno de estos medicamentos comenzaron a informar de un fenómeno extraño: se estaban quedando embarazadas pese a considerarse infértiles o pese a recurrir a anticonceptivos. Este fenómeno fue pronto bautizado como los “Ozempic babies”, los “bebés del Ozempic”.
¿Cómo lo hace? Desde que el fenómeno comenzó a documentarse, muchos se preguntaron cómo era posible. Existen dos mecanismos (alternativos o complementarios) que pueden explicar este fenómeno. El primero tiene que ver con los anticonceptivos, concretamente con los anticonceptivos orales.
Uno de los efectos de Ozempic es el de ralentizar nuestra digestión, lo que a su vez hace que nutrientes y otros compuestos se absorban de forma más lenta. En la preparación de un tratamiento por vía oral, la velocidad de absorción es una variable importante a tener en cuenta. Fármacos como los anticonceptivos están diseñados para velocidades determinadas, si estas cambian demasiado, el tratamiento puede perder eficacia.
El otro mecanismo que podría explicar este fenómeno tiene que ver con su efecto adelgazante. Según destacan también los expertos, existe una relación inversa entre obesidad y sobrepeso y fertilidad. Es posible, que al facilitar la pérdida de peso el fármaco también esté contribuyendo a aumentar las probabilidades de embarazo.
Un problema doble. El problema es doble ya que no solo implica una mayor probabilidad de un embarazo no deseado; también porque este tipo de tratamientos están contraindicados no solo para mujeres embarazadas, también en quienes busquen estarlo. Según las recomendaciones, quien quiera buscar un embarazo debería interrumpir estos tratamientos al menos con dos meses de antelación para permitir que nuestro cuerpo vuelva a la normalidad y evitar riesgos innecesarios en un proceso tan complejo como es la gestación.
Imagen | Chemist4U / Camylla Battani
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