Las fluctuaciones en el petróleo en los últimos días no era algo inesperado, dado que los conflictos geopolíticos en el mundo están lejos de solucionarse. Además, la fecha límite para cumplir con los objetivos energéticos está próxima y nuevos yacimientos petrolíferos evidencian que aún quedan recovecos sin explotar. Ante tal escenario Arabia Saudí ha puesto la mira en los paneles solares.
Arabia Saudí importó 9 GW de paneles solares. En el año 2022, Arabia Saudí dependía por completo de los combustibles fósiles (99,8%) para su generación de electricidad, muy lejos de su propósito de depender un 50% de las renovables para el 2030.
En lo que va de año ha querido dar la vuelta a esa situación y ha adquirido un total de 9,7 GW de paneles solares provenientes de China, la mayor exportadora de estos sistemas. Este aumento significativo parece indicar que el país saudí quiere entrar dentro del mercado solar global. Además de cumplir con los objetivos establecidos dentro de su marco Vision 2030 y ya tiene proyectos aprobados para que estén operativos en el año 2027.
Vision 2030. Es un proyecto de Arabia Saudí que plantea una diversificación de su economía para dejar de depender del petróleo en su totalidad. Esta estrategia lo que busca es un equilibrio en sectores punteros como el turismo, la tecnología y las energías renovables. El objetivo principal es buscar nuevas formas de incrementar ganancias y generar la mitad de su electricidad a partir de fuentes renovables en el año 2030.
El caso de Pakistán. Arabia Saudí no es el único actor que entra en juego, porque también Pakistán se está metiendo dentro del mercado solar. Aunque su energía renovable está dominada por la hidroeléctrica, que ocupa un 24%, también cuenta con pequeñas instalaciones eólicas y solares. Esta última tomó impulso en el año 2010 a raíz de la crisis energética, donde empezaron a instalar paneles solares para buscar una solución a los problemas energéticos. Además acaba de importar el 12,5 GW de paneles solares, impulsando así la necesidad bajo demanda.
El auge de la solar. El panorama energético mundial va a cambiar de aquí a unos años. Unos científicos han planteado el efecto aprendizaje: este fenómeno explica que la reducción de costos de los paneles solares es gracias a una economía de escala, mientras que también se va mejorando la eficiencia tecnológica. Además en un mundo que se va descarbonizando, no solo los países quieren cumplir los objetivos climáticos sino también ven una oportunidad estratégica en inversión en lo que va a ser la energía del futuro.
Las deudas pendientes. Aunque muchos países se han propuesto avanzar en el sector de las renovables, aún quedan algunos con esta asignatura pendiente. En cuanto a las que más emisiones producen y están rezagadas encontramos a Indonesia y Rusia. Por un lado, Indonesia presenta una gran dependencia a los combustibles fósiles en su electricidad y aunque sus emisiones se sitúan casi por debajo del promedio mundial, su participación en las renovables no llega al 0.2%. Por otro lado, Rusia consume el 64% de su generación eléctrica con combustible fósil, además de ser el cuarto mayor emisor del sector eléctrico y con emisiones por encima del doble mundial. Su compromiso con las renovables es solo del 0,45%.
Por su parte, otros países contaminantes como Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos muestran un aumento en los mercados solares para llegar a la descarbonización.
Imagen global de la solar en 2024. A finales de este año se espera que la capacidad solar instalada global supere los 593 GW, gracias a las grandes inversiones y la reducción de costos en los paneles solares. Este sector lo lidera China, mientras que países como Estados Unidos e India están viendo aumentos en su capacidad solar. Los nuevos actores en el mercado solar, como Arabia Saudí, muestran como las renovables se están posicionando dentro de la economía y el futuro dependerá de este nuevo panorama.
Imagen | Pixabay y Unsplash
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