Encontrar versiones naturales de fármacos ampliamente utilizados se ha convertido en algo habitual. Por supuesto eso incluye al medicamento de moda, y el último candidato a “Ozempic natural” es el té verde.
¿Hay algo de cierto en esto?
El té verde es una bebida con diversos beneficios potenciales para la salud, pero la comparación con Ozempic suele venir de otro lado: su potencial para facilitarnos el proceso de perder peso, la propiedad que ha disparado la popularidad de este fármaco hasta poner en peligro su suministro a las personas con diabetes en quienes inicialmente estaba enfocado.
Y es que Ozempic es quizás lo más cerca que hemos llegado del “tratamiento milagro” para adelgazar. El efecto adelgazante de este fármaco, cuyo compuesto activo es la semaglutida, se debe a varios factores.
La semaglutida es un agonista de los receptores GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1), lo que quiere decir que se comporta en nuestro cuerpo de forma similar a la hormona GLP-1. Esta hormona es segregada por nuestro sistema digestivo cuando comemos y cumple dos funciones. La primera es regular la insulina que producimos y que necesitará nuestro cuerpo para asimilar los azúcares que hayamos consumido.
La segunda función de esta hormona, y la clave para su efecto “adelgazante”, es que esta también interactúa con nuestro cerebro dándole aviso de que nos encontramos saciados. También afecta que entre los efectos secundarios del fármaco se encuentren las náuseas y los vómitos.
El té también tiene propiedades que nos pueden ayudar a controlar nuestro peso, pero si queremos otorgarle el distintivo de “Ozempic natural” estas tendrían que mostrar algún tipo de paralelismo con el fármaco. Ya sea en en la magnitud de este potencial adelgazante, o en cómo en la manera en la que estos dos compuestos interactúan con nuestro cuerpo.
Si las propiedades adelgazantesdel té fueran comparables en magnitud a las de Ozempic y otros fármacos análogos es poco probable que estuviéramos hablando de estos tratamientos en primer lugar puesto que ya tendríamos una herramienta barata y accesible para lograr los mismos resultados.
Los estudios científicos avalan esto. En 2012, la Librería Cochrane (dedicada a la revisión de la literatura científica) publicó un metaanálisis, un estudio cuantitativo que condensa los resultados de estudios previos, centrado en el té verde y en sus efectos adelgazantes. Los autores concluían que los trabajos analizados mostraban que “los preparados de té verde parecen inducir una pérdida de peso pequeña [y] no significativa”.
A esto añadían que, debido a lo reducido de la magnitud, resultaba poco probable que el efecto fuera “clínicamente importante”. El equipo señalaba también que no encontraron indicios de que el té ayudara a mantener el peso. Por otra parte solo se encontró un caso relevante de efectos adversos derivados del consumo de té verde que requiriera hospitalización.
Cómo actúa el té verde
Aunque el consumo de té verde no tenga un efecto clínicamente relevante en la pérdida y el control de peso, también podemos estudiar como interactúa con nuestro cuerpo para producir estos potenciales cambios.
El efecto diurético del té o la sensación de saciedad que genera consumir una bebida poco calórica, su potencial para acelerar procesos metabólicos y su contenido en cafeína son posibles explicaciones a este potencial efecto adelgazante, aunque estos mecanismos poco tienen que ver con el funcionamiento de Ozempic y fármacos análogos.
Sin embargo existe un estudio que nos puede ayudar a resolver la duda. Fue publicado en 2014 en la revista PloS One, y abordaba la relación entre el té verde y la diabetes tipo 2. Para realizar el ensayo, el equipo realizó un experimento aleatorizado y de doble ciego en el que a los 92 participantes del estudio se les administró un extracto de té verde o un placebo.
Al analizar los resultados el equipo observó una reducción significativa en los triglicéridos y en la resistencia a la insulina. Sin embargo los efectos sobre los niveles de la hormona GLP-1 fueron limitados, lo que llevó al equipo a sugerir que estos efectos deberían ser estudiados en mayor profundidad antes de sacar conclusiones. Cabe recordar que un extracto de té verde no tiene por qué tener los mismos efectos que el consumo de la planta infusionada.
Una posible explicación a por qué tenemos la sensación de perder peso está en las circunstancias en las que consumimos esta infusión. La correlación aparente entre consumo de té verde y la pérdida de peso puede ser real y no por ello debe existir una relación de causa-efecto. Vamos, que la correlación no implica causa.
Por ejemplo podría explicarse porque otras medidas que una persona esté implementando para perder peso. Si consumimos té verde es posible que también estemos cuidando nuestra dieta en otros sentidos, lo que a su vez podría estar haciendo que perdamos peso.
En Xataka | Ozempic para adelgazar: sus efectos y riesgos más allá de la polémica, según la ciencia
Imagen | 강응규
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